Oriol Junqueras apela a la desobediencia civil en un homenaje a Martin Luther King, ahora que, por ejemplo, hace seis o siete años que un negro gobierna en la Casa Blanca. El patetismo llega al extremo de que si el líder de ERC es Luther King, a Mas se le compara con Nelson Mandela. Así, pim, pam, sin anestesia. Semejante disparate consta en letra impresa:
Entre Martin Luther King y Nelson Mandela anda el juego en las relaciones entre ERC y CiU. Los republicanos toman la bandera de la "desobediencia civil" del líder afroamericano, mientras que en Convergència prefieren la figura del "soñador que no se rinde".
En este caso, el autor y el periódico no importan, con lo que se evita además el efecto de señalar. Lo sustantivo es que Luther Junqueras y Artur Masdela han coincidido esta noche en Alabama-Soweto, en las marchas de antorchas de la Diada. Espectáculo inenarrable, sobrecogedor, escalofriante y contradictorio. Los negros blandían estacas de fuego y los pocos blancos que van quedando en la judería corrían a refugiarse como botiflers y cerraban los postigos.
Así es Barcelona, escenario de este y tantos otros prodigios. Junqueras y Luther King, Mas y Mandela... Hay quien sostiene, empero, que en Cataluña se manifiestan dos raras variantes del daltonismo: la primera, que todos los negros son blancos menos los españoles, aunque sean negros; la segunda, que se roba en familia, como los hermanos Dalton.
Hasta aquí la Diada de la V, del volem votar (y gana Pujol otra vez), la del black power. Pero hay otra Diada, la de los que no tienen nada que celebrar, la de los disidentes, la de los segregados y la de los que, "ai, carai", que diría doña Marta, no son nacionalistas. Para estos, un grupo de ciudadanos de Bañolas, en Gerona, ha organizado un homenaje a dos guardias civiles, Antonio García Romera y José Santaella Álvarez, retirados desde que el 11 de septiembre de 1989 una bomba de Terra Lliure les estallara en las manos. Aquel día, García Romera perdió la mano derecha, parte de la izquierda y sufrió heridas graves en tórax, cara y pierna derecha. Santaella Gálvez sufrió quemaduras en todo el cuerpo y fracturas abiertas en la pierna derecha. Sobrevivieron, pero tuvieron que causar baja de la Guardia Civil. Y de aquel día se cumplen veinticinco años este 11-S, aniversario redondo del que no han hablado ni Luther King ni Mandela, seguramente para no dar pistas y evitar males mayores, como una antorchada o un linchamiento.
El acto de homenaje a García Romera, ya fallecido, y José Santaella, se llevará a cabo en el Ateneo de Bañolas, en el Centro Municipal de Estudios Musicales, a las 13 horas del 11 de septiembre. Y puede ir cualquiera, incluso los negros.