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EDITORIAL

Lo de Rajoy no es agonía, sino apatía

No creemos que sea la agonía, sino más bien la apatía de Rajoy la responsable de no haya puesto coto a los casos de corrupción que asolan a su partido

A diferencia de Esperanza Aguirre, que el mismo lunes convocó una rueda de prensa abierta en la que contestó a tantas preguntas como los periodistas quisieron plantearle, el presidente del Gobierno ha aprovechado su intervención en la sesión de control del Senado de este martes para hacer obligada referencia a la Operación Púnica, en la que han sido detenidos varios miembros de su partido en diversas comunidades autónomas.

En esta "comparecencia sin preguntas" -tal y como acertadamente la ha calificado el senador de IU Jesús Iglesias-, el presidente del Gobierno ha querido "pedir disculpas en nombre del PP por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos", al tiempo que ha anunciado su disposición a aprobar un paquete de medidas contra la corrupción, con o sin el apoyo del PSOE.

La reacción de Rajoy no ha sido ni de lejos tan encomiable como la de Esperanza Aguirre, y quizá haya que explicarla principalmente por el hecho de que le tocara acudir este martes al Senado: si no, lo mismo tendríamos que habernos conformado con las surrealistas declaraciones del ministro de Defensa, en las que aseguraba que Rajoy está sufriendo una "verdadera agonía" a causa de la corrupción que asuela España.

No es la agonía sino la apatía la responsable de que el presidente del Gobierno no haya afrontado desde un primer momento los casos de corrupción que afectan a su partido ni haya abierto un auténtico proceso de regeneración democrática: en vez de eso, se haya contentado con buscar el pacto con un partido aun menos regenerado, el PSOE, en torno a un "paquete de medidas" contra la corrupción que no tendrán credibilidad alguna mientras no haya una auténtica separación de poderes.

Dice Rajoy: "Nuestro compromiso con la limpieza de la vida pública es total"; pero ¿como creerlo cuando en tantas ocasiones se ha puesto de perfil, y hasta mantiene en el Gobierno a una persona bajo sospecha por el caso Gürtel como Ana Mato? Es lógico que Rajoy alegue que si estos casos son investigados, perseguidos y juzgados es porque "el Estado de Derecho funciona"; pero hasta esta afirmación hay que ponerla en cuarentena hasta que sea vea en qué imputaciones y condenas se concreta esta publicitada macrorredada. No seria la primera vez que impactantes operaciones policiales con amplia cobertura mediática no se traducen en condena ni aun en imputación alguna. Y esto es un síntoma de mal funcionamiento del Estado de Derecho, tanto si obedece a un exceso circense en el recurso a la detención policial como si, siendo justificados los arrestos, terminan siendo desbaratados por la dilación judicial o por la impunidad. La pena de telediario no puede suplir la acción independiente y rápida de la Justicia.

La apatía de Rajoy, tanto a la hora de cumplir con el ideario y el programa de su partido como al atajar la corrupción que ha acompañado a esa pérdida de valores, justifica la agonía de este irreconocible e indeseable Partido Popular.

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