Federico Jiménez Losantos ha recogido este jueves el Premio Ayuda que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha tenido la gentileza de entregar a esta Casa. Es un reconocimiento muy especial para el Grupo Libertad Digital, que si algo ha pretendido desde su fundación, hace ya casi dos décadas, ha sido amparar, apoyar y dar voz a las víctimas del terrorismo.
Una tarea que se tornó una obligación moral aún mayor a partir de la fatídica fecha del 11 de marzo de 2004, un día en el que, como bien ha recordado Jiménez Losantos en el acto de entrega del premio, "no murieron solamente 200 personas: se mató a 200 personas para acabar con el rumbo político de España".
El 11-M fue un atentado terrible que tuvo unas consecuencias tremendas para España. De hecho, buena parte de la dramática situación actual empezó a generarse aquel día.
Ese cambio de rumbo, además, tuvo como consecuencia que las víctimas de aquel atentado hayan tenido que sufrir por triplicado: primero fue el dolor físico y psicológico provocado por el propio atentado; después, el abandono de unas autoridades y de una sociedad que las han considerado recordatorios incómodos de un episodio que habría que olvidar, y finalmente el drama de ni saber lo que realmente ocurrió ni ver castigados a los verdaderos culpables.
Los partidos políticos, los medios de comunicación y el Poder Judicial han colaborado de una forma tan vergonzosa como eficaz para imponer el olvido del 11-M y de sus víctimas, algo que desde el Grupo Libertad Digital hemos combatido en la medida de nuestras modestas posibilidades.
Hemos pagado un alto precio por ello, pero lo hemos hecho convencidos de que la verdad está de nuestra parte y, sobre todo, de que esta es nuestra principal razón de ser. Aún más cuando nuestros colegas han preferido –con honrosas excepciones como Fernando Múgica, al que Jiménez Losantos también ha recordado en su discurso– mirar hacia otro lado o directamente ser parte del engranaje para la instauración de la mentira.
Ese camino nos ha llevado aquí y, además de la satisfacción del deber cumplido, nos ha supuesto alegrías como el reconocimiento que supone este Premio Ayuda, que tanto agradecemos. Y ese camino seguirá siendo el nuestro, porque si de algo estamos seguros, y si de algo pueden estar seguros nuestros lectores y nuestros amigos de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, es de que Libertad Digital nunca olvidará el 11-M ni a sus víctimas, que siempre tendrán en este periódico, en esRadio y en Libertad Digital TV su casa y su altavoz.

