El fenómeno Tabarnia no deja de ser sorprendente. Iniciativas, plataformas, grupos de WhatsApp variopintos, acciones en la calle, debates… un mundo nuevo crece imparable, amparado en el entusiasmo de cientos de miles de personas. Sin reglas, sin amos, transversal, con la convicción de que por fin los ciudadanos excluidos por esta infección nacionalista tienen una herramienta divertida y tremendamente eficaz, la de reflejar las contradicciones del nacionalismo en su propio espejo.
Como con la expresión, en un principio fue el logos, podemos decir: en un principio Tabarnia fue digital, pura evanescencia, sin sustancia, o si quieren la inspiración de un creativo, que logró hacer de una idea, de un anhelo de justicia y libertad, la conjunción de millones de voluntades a través de internet. Ahora, las emociones en red provocadas por su fuerza digital han cuajado, se han convertido en reales. Miles de personas la han hecho suya, la han convertido en la opción cívica más poderosa de cuantas ha provocado el procés como respuesta a su soberbia.
Las novedades son diarias, sus acciones exponenciales. Desde el inefable Boadella como presidente de Tabarnia en el exilio y sus performances hasta las acciones de calle (limpieza de lazos amarillos y esteladas de los edificios públicos y el mobiliario urbano, acampadas en la Plaza de Cataluña frente a las independentistas…) de numerosos grupos y asociaciones agrupados desde el pasado lunes en la Coordinadora por Tabarnia, nexo común de numerosas entidades con el objetivo de rentabilizar tantas voluntades espontáneas.
La anulación de la convocatoria de la primera manifestación de Tabarnia, programada para el 25-F en Barcelona, con la disculpa de que, ante la inauguración del Mobile World Congress, pudiera perjudicar aún más la maltrecha economía de Barcelona, levantó indignación en muchos activistas frustrados por el revés. La sospecha de que la fuerza exponencial del movimiento cívico de Tabarnia escapaba al control de los enjuagues políticos catalanistas de siempre y sus marcas blancas en la sociedad civil puso en alerta a todas las organizaciones surgidas y se juramentaron para unirse en una coordinadora que no suplantara ni una vez más a los ciudadanos. Así nacía la Coordinadora por Tabarnia.
Su primera acción ha sido crear las sinergias necesarias entre las diferentes sensibilidades para apoyar el desplazamiento al 4 de marzo de la manifestación convocada inicialmente por Plataforma por Tabarnia.
La presentación pública la hará el próximo domingo, 25 de febrero, con una concentración a las 17 h. en la Plaza de Cataluña como continuidad de la acampada a favor de Tabarnia que se viene haciendo los fines de semana como espejo a las acampadas amarillas de los independentistas.
Por primera vez, el autor intelectual de la idea de Tabarnia y creador de su bandera, mapas, escudos, logos, etc., y miembro destacado de la Coordinadora, estará presente en la lectura colectiva de un manifiesto con los objetivos futuros de la coordinadora, y de desagravio al Jefe del Estado presente ese mismo día en Barcelona.