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EDITORIAL

Parlamento, RTVE, CIS... ¿La regeneración era esto?

Tratan de prolongar artificialmente una legislatura de la que nada bueno cabe esperar, dada la calaña del Gabinete Sánchez y de quienes lo encumbraron.

Cuando Pedro Sánchez presentó su moción de censura lo hizo enarbolando la bandera de la regeneración de una vida pública y unas instituciones que, según el relato del PSOE y toda la izquierda política y mediática, estaban bajo mínimos tras seis años y medio de presidencia de Mariano Rajoy.

Poco más de cien días después, la vida política y las instituciones han cambiado mucho, pero no para bien: los ministros caen a velocidades nunca vistas, el propio doctor Sánchez está bajo sospecha por las múltiples irregularidades y plagios de su tesis y las instituciones están sometidas a un uso partidista tan descarado que su prestigio disminuye a ojos vistas. Véanse, sin ir más lejos, las Cortes, con el Congreso de los Diputados enfrentándose al Senado y tratando de despojarle de su legitimidad y sometido a las cacicadas clamorosamente ilegales del Gobierno, que tienen que ser frenadas in extremis por la Mesa en un conflicto estupefaciente e inédito.

En otro tipo de centros de poder, la llegada del doctor Sánchez y los suyos también ha estado muy lejos de significar la regeneración prometida y ha sido, en realidad, una vuelta a lo peor de la vieja política: las puertas giratorias que tanto habían criticado el PSOE y sus socios están a pleno rendimiento, y los socialistas han ocupado todo aquello en lo que era posible nombrar un cargo político, sin ningún respeto por los más básicos criterios de idoneidad y profesionalidad. Véase el caso de RTVE, donde, bajo la férula de la comisaria provisional Rosa María Mateo –tan independiente que en 2011 se sumó entusiasmada a la cursi campaña pro Rubalcaba Ojalá–, se ha laminado a decenas de trabajadores y colaboradores.

Y qué decir del siempre controvertido Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en manos de un ufano militante socialista volcado en rebajarlo a patético gabinete demoscópico al servicio de Ferraz.

Nada bueno hacía presagiar el nombramiento del sectario José Félix Tezanos como presidente del CIS, pero las dos encuestas de intención de voto publicadas en estos cien días escasos de Gobierno Sánchez han desbordado los peores augurios: no sólo colocan al PSOE muy por encima de lo que dicen los demás institutos demoscópicos, sino que lo hacen a pesar de datos que claramente señalan que la verdad es muy diferente, probablemente la contraria de la que se publicita.

Nunca hasta ahora un Gobierno había usado de una forma tan grosera los recursos y medios públicos en su propio beneficio, para prolongar artificialmente una legislatura de la que nada bueno cabe esperar, dada la calaña del Gabinete Sánchez y de quienes lo encumbraron.

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