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EDITORIAL

Olona destroza el discurso liberticida del feminismo social-comunista

Urge desmantelar el orwelliano Ministerio de Igualdad y derogar la Ley contra la Violencia de Genero.

El encendido debate que han protagonizado este miércoles en el Congreso Macarena Olona y la ministra de Igualdad, Irene Montero, es buena muestra de hasta qué punto no sólo es diferente sino incluso incompatible el feminismo liberal que aboga por la igualdad ante la ley y por la colaboración y complementariedad entre hombres y mujeres, bien representado por la diputada de Vox, y ese otro feminismo, colectivista y antiliberal, que representa Montero, destila odio y criminaliza al hombre por el mero hecho de serlo.

La delirante idea según la cual los malos tratos, siempre que los cometa un varón y la víctima sea una mujer, no son achacables a los individuos que los perpetran sino al fantasmagórico "heteropatriarcado" se ha traducido en la aberrante y mal llamada Ley contra la Violencia de Género, que no sólo ha fracasado miserablemente a la hora de cumplir sus pretendidos objetivos –reducir sustancialmente el número de mujeres asesinadas o maltratadas por sus parejas o exparejas masculinas–, sino que atenta escandalosamente contra los principios de igualdad ante la ley y presunción de inocencia en los que se fundamenta todo Estado de Derecho.

En este sentido, la acerada crítica de Olona al orwelliano y discriminador Ministerio de la Igualdad –en general– y a Irene Montero –muy en particular– no sólo se justifica por una ley que dicta que haya "víctimas de primera y de segunda" y excluye de la violencia doméstica a niños, abuelos y homosexuales, tal y como ha señalado la diputada de Vox; también por su pasividad y silencio ante casos escalofriantes protagonizados por mujeres que secuestran a sus hijos e impiden a los padres de estos estar con ellos o incluso saber dónde están. El de Juana Rivas –sin la menor vergüenza, la ministra de Igualdad llegó al extremo de salir en defensa de la secuestradora– no es ni mucho menos único, como deja patente el que tiene por víctima a un padre del municipio de Mairena del Aljarafe, que ha denunciado el secuestro de sus dos hijos de 12 y 14 años por parte de la madre. Su abogado ha clamado: "Si la madre fuera la que denunciara el secuestro de sus hijos, el caso lo llevaría Violencia de Género y se montaría un escándalo político y mediático. Cuando es al revés, nadie dice nada. La protección a los menores es diferente en España según los genitales de quien denuncia".

Para restaurar el irrenunciable principio de igualdad ante la ley sin discriminación de sexo, nada mejor que empezar por el desmantelamiento del orwelliano Ministerio de Igualdad y la derogación de la mefítica Ley contra la Violencia de Genero, radicalmente incompatible con el ordenamiento jurídico de una sociedad liberal y comprometida con los derechos humanos.

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