
Los jueces aplican las leyes. Sin más. Es lo que hay. Los magistrados tienen el terreno de juego delimitado e instancias superiores. Se equivocan, pero existen los recursos de apelación, los indultos, las amnistías y las conmutaciones, una paletada de escritos previos y posteriores sobre sus sentencias. No es que estén atados de pies y manos porque hecha la ley, hecha la trampa, pero ese es un elemento más favorable a los picapleitos que a sus vuecencias. Cualquiera que haya sufrido un juicio ya sea en calidad de acusado o en la de víctima sabe que la justicia es más imperfecta que injusta.
En España todavía es así, aunque seguramente por poco tiempo. Los jueces que están soltando violadores son los mismos que han mantenido la inhabilitación de Junqueras en estricta aplicación de las reformas legales arbitradas por los partidos que sustentan al Gobierno. ¿Dónde está el problema? Quizá sea que la ley del "solo sí es sí" y la reforma del Código Penal para eliminar la sedición y modificar la malversación han salido de la misma escuela jurídica.
El Gobierno y sus aliados pretendían que la reforma del Código Penal librara a los golpistas de las consecuencias legales de sus actos y que la ley del "solo sí es sí" se cebara contra acosadores, abusadores, violadores y pederastas por igual. Lo que han conseguido es que los golpistas indultados pero condenados por malversación sigan inhabilitados y que los criminales sexuales de toda clase y condición salgan a la calle o se les reduzca la pena en más de cuatrocientos casos y subiendo. Una "jugada maestra", el típico pan como unas tortas en versión legislativa.
El estropicio en términos generales es absoluto en materia de violadores y pederastas. En el caso de los golpistas parece que los jueces han podido parar parte del golpe. Si la ley "sí es sí" es una ñapa descomunal, la reforma del delito de malversación es una chapuza sin precedentes desde la perspectiva separatista. En teoría, el Gobierno y sus socios pretendían penalizar los crímenes sexuales y despenalizar los crímenes contra la democracia y la libertad política en España y lo único que han conseguido es abaratar los golpes de Estado, pero no hasta el extremo de que Junqueras se pueda presentar a las elecciones o que Puigdemont regrese de rositas. En cuanto a los violadores, los resultados son evidentes e irremediables.
La separación de poderes es lo que tiene. Si el Poder Judicial suelta a los violadores es porque no le queda más remedio, igual que cuando mantiene las inhabilitaciones de los golpistas. Los políticos legislan y los jueces aplican la legislación. Los del Gobierno dicen que querían encerrar a los abusadores y liberar a los golpistas y les ha salido al revés. Los que no saben leer escriben y los que no saben escribir, leen. Sánchez y Junqueras, Junqueras y Sánchez.
