Parece imposible eludir el erial de pensamientos gastados y frases contrahechas de la llamada cultura oficial española. Tampoco resulta sencillo zafarse del amaneramiento y frialdad que se estila por los centros de socialización "educativa" de nuestro país. Y, sin embargo, la beatería cultural, pedantesca y sin gracia del oficialismo culturalista ha sido superada con extraordinaria sencillez en unas jornadas presenciales sobre la cuestión de la Hispanidad organizadas por el canal de Youtube Res Hispánica, en el Real Centro Universitario María Cristina de San Lorenzo de El Escorial. Un grupo heterogéneo de escritores, profesores y artistas han pensado en voz alta sobre el significado de la hispanidad en el debate contemporáneo de civilizaciones. Han contrastado sus visiones, prevenciones y objeciones a la idea de Hispanidad con la mantenida por jóvenes creadores de cultura en lengua española en otros canales de Youtube.
Ciento son los pensamientos brillantes que se han vertido en estas jornadas. Ciento las propuestas interesantes que se han puesto en evidencia para pasar de las musas al teatro. Ciento de ideas han surgido del contraste libre y público sobre el pasado, el presente y el futuro de la noción de hispanidad. Todas estuvieron tocadas por algo extraordinario, una forma de ser y pensar en la tradición hispánica, que llamamos espíritu, o mejor, sed de verdad. Ninguno de los asistentes pudimos dejar de ver en todas las intervenciones algo mítico. Auténtico. Único. Las ponencias de todos los participantes han elevado el nivel de la conversación sobre la cultura en lengua española en general, y sobre la idea de la hispanidad en particular, hasta el punto de crear un ambiente espiritual de genuino entusiasmo entre los asistentes. Estoy convencido de que una similar admiración por lo hispano se despertará entre quienes visiten con mirada limpia los videos de este canal Res Hispánica en Youtube. Sí, entusiasmo han derrochado quienes, desde diferentes puntos de vista, han justificado que la hispanidad hoy como ayer es universalidad, catolicidad que no catolicismo, cristianismo, mestizaje, hibridación y mezcla constante de ortodoxos y heterodoxos, una forma de ser y estar en el mundo, en fin, un sentimiento vital que pone al individuo, a la persona, por encima de la masas. Hispanidad, sí, es cultura crítica, ingenio creador, agudeza, discreción y desengaño.
¿Desengaño? Sí, la hispanidad está preñada de la gran cultura que nos ha legado el barroco hispano a nuestro tiempo. Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Gracián y Calderón, por solo citar a algunos de los inmortales de la hispanidad, aún son actuales, porque nos enseñaron que desengaño para los hispanos no es decadencia y muerte, sino encuentro con la verdad, como diría Ciriaco Morón Arroyo, para volver a empezar con renovados ánimos. Nadie que visite los vídeos de estas jornadas de Res Hispánica olvidará que decepción es verdad, no desilusión. La hispanidad es, como dijo Inés Montano en la clausura del Encuentro, una voluntad de ser.