Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
Yolanda Díaz escuchó, con la misma cara de sorpresa que ponía la gallina Caponata, los versos que la escritora nicaragüense Gioconda Belli echaba de sí. Respiraba su aliento. Miró al frente, a esa primera fila de ilustres, buscando al insecto que se alojaría en su sangre ¿Sería Iñigo? ¿Y el moscardón? Ese es Garzón, seguro. Los parásitos irán llegando. Seguramente lo pensó mientras observaba a ‘Jorgeja’. Por un momento pareció dudar del paso que iba a dar.
Acababa de comenzar la presentación de Sumar, la nueva marca blanca del PSOE —visto el fracaso de Más País—, que encabezará la vicepresidenta segunda, por la gracia de Pablo Iglesias ¿Usted votaría a Bruto?
Los nueve meses que Yolanda ha estado escuchando han dado su fruto. Sabe que uno de cada tres jóvenes quiere ser influencer (según un reciente estudio de la Fundación FAD), motivo por el que una tal Jen Herranz, de profesión creadora de contenidos, presentó el acto. Al comentar los méritos de la escritora Belli, mencionó que había luchado como miembro del Frente Sandinista contra el dictador Anastasio Somoza. Olvidó añadir que el jefe histórico del sandinismo, el comandante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua desde 2007, por eliminación de la oposición, le había retirado la nacionalidad el pasado 16 de febrero, junto a otras 92 personas. No oirán ustedes ninguna condena de la candidata Yolanda al dictador Ortega.
Abrió el turno de peroratas otro creador, este en la categoría de tiktoker: Helio Roque [no sabemos si es nombre artístico]. El joven Roque tuvo la feliz ocurrencia, delante de un auditorio mayormente entrado en edad, de afirmar algo así como "si habéis permitió abusos por caguetas pues os aguantáis, haber peleado". Le siguió una sindicalista, muy, muy de base. El tostón concluyó con Carla Antonelli, que luce esplendida. Se lo merece después de los disgustos que le dieron los del PSOE.
"Se nota, se siente, Yolanda está presente". El acto había comenzado con unos minutos de retraso. La candidata esperaba a Mónica Oltra ("Si tocan a una, nos tocan a todos", ¿recuerdan?) pero no se presentó. Tampoco José Luis Ábalos. En febrero de 2021, el entonces hombre fuerte del PSOE invitó a cenar a la ministra de Trabajo. Le sugirió que considerase la posibilidad de ir como independiente en las listas del PSOE. Esa propuesta no tuvo recorrido. A las pocas semanas, Ábalos organizó la moción de censura en Murcia. Era un gran estratega. Unai Sordo, secretario general de CCOO y Pepe Álvarez, de UGT, hicieron mutis por el foro.
Sumar recuerda al Partido Democrático de la Nueva Izquierda [PDNI] de Diego López Garrido y Cristina Almeida. En 1999 el PDNI, formado por militantes comunistas que habían abandonado el PCE y más tarde Izquierda Unida (pero se quedaron con el acta de diputado) llegó a un acuerdo con el PSOE para concurrir a las elecciones bajo la marca PSOE-Progresistas. Mayoría absoluta para Aznar en las generales de 2000.
Yolanda es el tándem. La que pedalea detrás. El ticket al que algunos aspiran para asegurar su escaño y, con mucha suerte, su ministerio. "Puede sumar como efecto movilizador del electorado progresista", señala un diputado cercano. Difícil está si Podemos no traga y no parece que esté por la labor. Tiene razón Pablo Iglesias cuando afirma que "rara vez funciona lo que a PRISA le gusta como complemento del PSOE".
El discurso de la candidata fue breve, tratándose de una dirigente comunista, tan sólo 52 minutos. Pero algo desentonaba. Les confieso que lo volví a escuchar. Confirmado: Yolanda Díaz no menciona ni una sola vez "izquierda", no contenta con esto, también ha desaparecido la palabra "progresista" de su argumentario.
¿Dónde se sitúa ese "espacio político a la izquierda del PSOE"? Primero en el liberalismo: "La esperanza en un mundo que no nació ayer. Viene de muy lejos, viene de los grandes proyectos transformadores que han ensanchado nuestra democracia, a lo largo de la Historia, esa esperanza que viene de las revoluciones liberales, de la Constitución de Cádiz, que entronca con el mejor constitucionalismo". Después, en el republicanismo federal: "Esa esperanza que viene del federalismo republicano de Pi y Margall". En el separatismo burgués que combatió el PSOE y el PCE: "Esa esperanza que a principios del siglo XX en Galicia, en Cataluña y en Euskadi pensaron un nuevo futuro para sus naciones". De repente, la socialdemocracia, el socialismo y el comunismo han desaparecido de la Historia de España. Nuestra Yolanda es una liberal republicana, más cerca de Alejandro Lerroux que de La Pasionaria.
Los ideólogos de Sumar parecen querer refundar ese Ciudadanos que Fran Hervías describe y denuncia en su reciente libro Ciudadanos, la historia jamás contada. Un grupo de oportunistas, con un popurrí de lugares comunes como programa político. Será difícil de tragar para los votantes a la izquierda del PSOE.
Pero no se engañen ustedes. En el mundo comunista, la importancia de un dirigente se mide por el respeto y el temor que produce. Yolanda Díaz, al dirigirse a Enrique Santiago, secretario general del PCE, que se mantuvo en un discreto segundo plano, fue lacónica: "Enrique, gracias por tu altura de miras". El acto bien hubiera podido concluir al grito de "¡Se nota, se siente, el PCE está presente!".