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Pedro Gil Ruiz

Irene al hoyo y Lilith al bollo

Es posible que sea la primera vez que la izquierda catalana admite a una madrileña de cunera en sus listas electorales.

Es posible que sea la primera vez que la izquierda catalana admite a una madrileña de cunera en sus listas electorales.
La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez; la ministra de Igualdad, Irene Montero; la secretaria de Estado para la Agenda 2030​ , Lilith Vestrynge, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, en la manifestación del 8M. | EFE

Juan Andrade fue uno de los dirigentes de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas que el 15 de abril de 1920 fundaron el Partido Comunista Español. Como miembro de su Comité Nacional se le nombró director de El Comunista, el órgano del PCE. Posteriormente, junto con Andreu Nin, constituiría —en septiembre de 1935— el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). A Nin lo desollaron en Alcalá de Henares agentes soviéticos con la colaboración necesaria de comunistas españoles. La Ley de (Des)Memoria no es competente en este crimen.

En el primer tercio del pasado siglo, la existencia de dos organizaciones comunistas en España (el PCE y el Partido Comunista Obrero Español), ambas formadas por militantes que habían abandonado el PSOE y enfrentadas entre sí, provocó la intervención de la III Internacional. Antonio Graziadei, diputado comunista italiano y delegado en España de la Internacional, dirigió las reuniones que, del 7 al 14 de noviembre de 1921, mantuvieron representantes de ambos partidos. Juan Andrade, en su libro Apuntes para una historia del PCE, narra estas conversaciones, que concluyeron con la creación del Partido Comunista de España:

Por lo que duraron, una semana de sesiones diarias, se puede calcular la intransigencia de las dos posiciones, a pesar del espíritu conciliador del delegado de la Internacional. Las cuestiones litigiosas quedaron, finalmente, reducidas a dos por parte del PCE: se exigía la expulsión de Isidoro Acevedo, García Cortés, Daniel Anguiano y Pérez Solís (dirigentes del PCOE), y la mayoría absoluta en el comité del partido unificado. Por el PCOE había una oposición rotunda a que yo fuera designado director del nuevo órgano, "La Antorcha". Había sido el que más se había distinguido en la violencia de los ataques contra ellos, y consideraban una cuestión de honor no confiarme tal misión. El acuerdo final se estableció a base de que no habría exclusiones, pero que el comité ejecutivo estaría integrado por 9 representantes del PCE y 6 del PCOE. En lo que se refería al director de "La Antorcha", se llegó al acuerdo de que hubiera dos directores, uno de cada tendencia… Muy pronto volvió a abrirse una nueva crisis en el partido fusionado.

Ciento dos años después, los capos de las múltiples sectas izquierdistas en España (en el Estado, dicen ellos), esta vez sin la tutela de una Internacional Comunista, pero si bajo la mirada atenta de las narcodictaduras latinoamericanas, vuelven a reproducir la misma liturgia: nos escindimos para volver a unirnos. Sembramos las rencillas para una nueva escisión. Así llevamos más de un siglo. Siempre con la misma ilusión ¡Unidad, unidad, unidad!

"Irene, tú sobras". Los dirigentes silencian su ego y se someten, fugazmente, al dictado del nuevo conducător, pero exigen un sacrificio. Este debe ser público y el elegido ha de expiar sus penas con contrición y convicción. Irene Montero es la chiva expiatoria. La inmolarán para que de sus cenizas renazca la unidad de la izquierda. Iñigo Errejón prenderá la pira donde arderá Irene y, con ella, en ausencia, el fatuo de Pablo Iglesias. Todos saben que esas llamas avivarán el rencor y la rueda de una nueva escisión comenzará a girar.

Antes del auto de fe, Yolanda Díaz invitó a los dirigentes de las organizaciones adheridas al pacto de supervivencia, que llaman Sumar, a una proyección privada de El Proceso, el documental de Sergei Loznitsa que recupera el primero de los juicio de Moscú. Un aviso a navegantes. Iñigo no asistió. Como buen ‘trosko’, la visión del fiscal Andréi Vyshinski le provoca pesadillas.

¿Se acuerdan de Fátima Hamed Hossain? Es esa feminista con velo que apareció junto a Yolanda Díaz en el mitin que "las otras políticas" celebraron el 13 de noviembre de 2021. Su partido, el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta, formó parte de Sumar desde sus inicios. Yolanda estaba muy ilusionada. Pues bien, Fátima ha declinado la propuesta de Sumar para integrar las listas de Ceuta a las generales del 23 de julio. Vaya usted a saber por qué.

Quizá el acuerdo más destacado de todo este proceso de unidad sea el cuarto puesto por Barcelona que las conducătoras Yolanda y Colau han tenido a bien adjudicar a la chispeante Lilith Verstringe. Es posible que sea la primera vez que la izquierda catalana admite a una madrileña de cunera en sus listas electorales. Sus críticas a la ciudad donde nació y singularmente al Estadio Santiago Bernabéu habrán facilitado el dedazo.

Mientras Pablo Iglesias tramaba su siguiente paso (él ha dado una muestra de generosidad firmando el acuerdo con Sumar y espera reciprocidad con Irene), Yolanda Díaz se iba a la ‘pelu’. Su imagen ilustrará la papeleta de Sumar por Madrid. Estampita sin valor, que el elector reenviará al remitente. Objeto de colección para nostálgicos de la ‘Matria’ Soviética.

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