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EDITORIAL

Rectificar a tiempo para ganar Extremadura

Ni Vox puede pretender dirigir la política del nuevo Gobierno extremeño ni el PP puede humillar a su socio necesario exigiendo su apoyo gratuito.

La candidata extremeña del Partido Popular parece haber abandonado la estrategia suicida de negarse a pactar con Vox, cuyos votos resultan imperativos para acceder a la presidencia de la Junta de Extremadura.

Con una contumacia exasperante, fruto con toda seguridad de la insistencia de pintorescos asesores felizmente defenestrados, María Guardiola se ha dedicado a dinamitar preventivamente cualquier acuerdo con la única fuerza política que puede propiciar el cambio político en Extremadura. Cumplida la gira de entrevistas en los medios izquierdistas y satisfecho, al menos momentáneamente, su desmedido afán de protagonismo, la candidata popular parece haber aterrizado en la realidad y ya apunta a un posible acuerdo con Vox para lograr la investidura y ahormar un acuerdo político para la presente legislatura.

Alberto Núñez Feijóo ha saludado el importante cambio de estrategia de la presidenta del PP extremeño, un giro al que él mismo no debe haber sido ajeno dados los destrozos que la cerrazón de su candidata estaba comenzando a provocar en sus posibilidades de llegar a La Moncloa. Su apelación a centrarse en solucionar problemas y no a crearlos es una referencia nada sutil al conflicto provocado por María Guardiola, jaleada por la izquierda política y mediática para estupor de sus votantes, y un toque de atención que parece haber surtido los efectos deseados.

Santiago Abascal se ha sumado a los parabienes por esta rectificación de la candidata popular, cuya llamada para negociar el apoyo de los cinco diputados conservadores, decisivos para cambiar el Gobierno extremeño, se producirá con seguridad en las próximas horas.

Cabe esperar que las negociaciones entre ambos partidos se lleven a cabo con rigor y generosidad. Ni Vox puede pretender dirigir la política del nuevo Gobierno extremeño ni el PP puede humillar a su socio necesario exigiendo su apoyo gratuito, como ha venido haciendo Guardiola desde la misma noche del pasado 28-M. Para que este clima de buen entendimiento fructifique es necesario partir de una realidad factual: el PP perdió las elecciones autonómicas en Extremadura y solo desalojará al PSOE de la Junta si pacta con Vox.

La solución será más sencilla y el éxito más rotundo si se abandonan los apriorismos progres que la candidata popular ha esgrimido como único motivo para despreciar los apoyos de los diputados de Vox. María Guardiola es la candidata del bloque de derecha que ha concitado el apoyo mayoritario de las urnas y suya la principal responsabilidad de no defraudar a los que la votaron, no para defender los mantras ideológicos de la izquierda, sino para cambiar Extremadura y desbancar definitivamente al partido responsable de haberla instalado en el furgón de cola nacional.

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