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Pedro Gil Ruiz

Bilis y testosterona contra el señor D'Hont

Si en La Rioja el partido de Abascal hubiese concentrado el voto en el PP, el PSOE habría perdido un diputado. Lo mismo en Burgos, en Gerona y en Lérida.

Si en La Rioja el partido de Abascal hubiese concentrado el voto en el PP, el PSOE habría perdido un diputado. Lo mismo en Burgos, en Gerona y en Lérida.
EFE

Si en La Rioja el partido de Abascal hubiese concentrado el voto en el PP, el PSOE habría perdido un diputado. Lo mismo en Burgos. Unos días antes (de las Elecciones Generales), se lamentaba Narciso Michavilla ante la pregunta de Federico Jiménez Losantos: ¿Hay algunas provincias en las que es decisivo votar a una u otra de esas opciones (PP o Vox) es decir, se pueden perder 6 u 8 escaños por no votar útil en esas provincias? "Quien sabe muy bien esto es el elector de izquierdas, contestó Michavilla, y ha hecho mucho voto estratégico. Si la derecha se supiese la Ley Electoral, lo que tendría que estar haciendo el partido minoritario es aconsejar concentrar el voto, especialmente donde se eligen cuatro diputados". El número que eligen Burgos y La Rioja. Es posible que ahora Michavilla esté pensando: "Yo no mandé a luchar a mis encuestas contra la bilis".

Puede ser opinable lo de esas dos circunscripciones. Lo sucedido en Gerona y Lérida no lo es. Es una irresponsabilidad ¿Por bilis o por exceso de testosterona? 500 papeletas le han faltado al PP en Gerona, que prácticamente duplicó sus resultados al absorber el voto de Ciudadanos, para arrebatar un escaño a Junts, el partido del Puigdemont. Vox, que no tenía ninguna opción, tiró a la papelera 22.514 votos: ese pico de 514 daba un diputado que valdría su peso en oro. En Lérida, concentrado el 30% del voto de Vox en el PP, se le restaría un escaño al PSC.

En Gerona se han desperdiciado 53.556 votos y en Lérida 35.889 ¡Con un par!

Esos dos escaños hubieran sido decisivos. Les explico por qué. El bloque Frankenstein ha obtenido 172 diputados. Con la perdida de uno del PSC en Lérida se quedarían en 171. El bloque de centroderecha, incluyendo UPN, sumaría 172, sin contar a Coalición Canaria. Es decir, en la segunda votación para la investidura, que se produce transcurridas 48 horas desde la primera, y que se dirime por mayoría simple, Sánchez hubiese necesitado al menos que dos diputados de Puigdemont votasen a favor. No valdría su abstención. Esto, de conseguirlo, tiene un coste político.

En Gerona y Lérida, la testosterona se impuso al señor d’Hont y le va a facilitar la investidura a Sánchez. De creer en esas conspiraciones globales que pregonan algunos dirigentes políticos, esta sería una de libro.

"Esa desconfianza de los representantes hacia los representados y, especialmente, de los representados hacia los representantes, que los lleva a cambiar de partido continuamente." Así refiere Federico J. Losantos las sucesivas crisis de la derecha. Ciudadanos se equivocó cuando aspiró a superar electoralmente al PP. No era ‘pata negra’. Sus exdirigentes analizan su fracaso como un efecto deseado por los poderes fácticos. Suena tan familiar… Quizás los machos alfa no hayan aprendido la lección. Pierden

623.235 votos, el 20% y 19 de los 52 escaños que obtuvieron en 2019. En Madrid, un 25% de sus votantes les han abandonado. Lo peor, para ellos, es que hoy por hoy son irrelevantes.

Comparar resultados electorales es un poco fatigoso, quizá por esto se suele hablar al buen tuntún, se repite el tuntún y así se crea opinión. Pero ahí van algunos datos muy esclarecedores:

En la Comunidad de Madrid el PP ha conseguido 556.407 votos más que en 2019. Un incremento del 40%. Los que comparan autonómicas con generales, dicen que Feijóo ha pinchado.

En 2019 Pablo Iglesias y el +Madrid de Errejón sumaron 664.918 votos en la Comunidad de Madrid. Barbie planchadora no convence a 114.529, prácticamente un 20%.

De los 968.771 votos que aumenta el PSOE, la mitad los aporta el PSC. De hecho, el PSOE retrocede en diputados (de 108 a 103). Lo compensa con el incremento (¿voto de ERC al PSC?) en Cataluña (12 en 2019, 19 el 23J).

En Cataluña, los separatistas (ERC, Junts y la CUP) sufren el abandono de la mitad de sus votantes: 1.652.055 el 10N de 2019; 855.517 el pasado 23J.

La izquierda comunista agrupada en Sumar se deja 635.186 votos (el 20% del resultado de Pablo Iglesias en 2019) y 7 diputados. El frente popular (PSOE+Sumar) se mantiene en porcentaje pero no en escaños: 153 el 23J, 5 menos que el 10N de 2019.

El centro derecha (PP, Vox y UPN) ha ganado en votos (11.177.348) y en escaños: 170. Mejora sobre 2019 en 724.000 votos y 17 diputados. La ganancia es éxito del PP. Vox pierde un 3%.

Vuelve a mentir Sánchez. No son más. No son nada sin separatistas y filoterroristas.

Estos son los datos. Sobre ellos se puede hacer un análisis. También se puede despotricar con una mezcla de frustración, bilis y gónadas. Los eruditos a la violeta son así. Va en gustos. En cualquier caso, si lo consideran de interés, en el supuesto de que a Tocomocho le inspire San Jordi, vote en contra de Su Sanchidad y volvamos a las urnas en diciembre, no se olviden de lo sucedido en Gerona y Lérida. Sean prácticos: contra la bilis seguro que encuentran remedio en Mundo Natural.

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