Menú

La generosidad de Vox debería ser correspondida

Ahora es el turno de Núñez Feijóo, que debería aprovechar esta circunstancia para dignificar ese apoyo desinteresado por parte de Vox.

El partido de Santiago Abascal anunció ayer su apoyo a una eventual investidura de Alberto Núñez Feijóo sin pedir su entrada en el Gobierno, precisamente una de las exigencias que podría impedir al candidato popular alcanzar una mayoría que le permita gobernar. Con esta decisión del partido conservador, Feijóo ve despejado de obstáculos su camino a la investidura, que emprenderá con las manos libres para tratar de alcanzar un pacto con partidos minoritarios sin que la entrada de ministros de Vox en su Gobierno pueda utilizarse como argumento para votar en contra.

Es lamentable que en la política española se criminalice a un partido constitucional como Vox mientras se trata con guante de seda a las formaciones proetarras y separatistas que colaboran con la izquierda en su obra de demolición nacional. El propio Partido Popular ha contribuido notablemente a esta campaña de odio político contra su aliado natural, esgrimiendo los mismos argumentos torticeros de la izquierda para aislar a un partido perfectamente democrático y a los más de tres millones de españoles que le otorgaron su confianza el pasado 23-J. Tras el anuncio de Vox de que apoyará a un Gobierno del PP sin pedir nada a cambio, sería bueno que los dirigentes populares que más se han distinguido en sus palabras de desprecio a la formación conservadora reconozcan que estaban equivocados y pidan perdón a los votantes de centro-derecha, a los que han tratado de denigrar con su actitud vergonzosa de las últimas semanas.

Pero, además de reconocer el gran error de haber seguido esa estrategia infame, la decisión de Abascal de ceder todos sus votos a Núñez Feijóo en la investidura debería tener una adecuada contrapartida. En última instancia, lo que importa a los votantes de Vox (y del PP) no es tanto las personas que dirijan cada ministerio como el programa político de la legislatura, que debería incluir parte de las medidas que Vox llevaba en su programa electoral. No hay que olvidar que la mayor parte de las propuestas del partido conservador son ampliamente compartidas por el electorado del Partido Popular y que, eliminadas las aristas más polémicas y, en realidad, ficticias de su programa, ambos partidos comparten una amplia base programática a partir de la cual forjar un pacto para estos cuatro años, si es que Núñez Feijóo consigue ser investido como nuevo presidente del Gobierno.

Por otra parte, el anuncio de Vox debería desbloquear las negociaciones para la investidura del presidente de Murcia, la única comunidad autónoma en la que aún no se ha alcanzado un pacto tras las elecciones del pasado 28 de mayo. La generosidad de los de Abascal en el ámbito nacional debería tener, por tanto, esa mínima contrapartida en una comunidad autónoma uniprovincial como aquella, donde la negativa de López Miras a dar entrada a consejeros de Vox en su Gobierno mantiene bloqueada la investidura y amenaza con obligar a una repetición de las elecciones.

Abascal ha dado un paso adelante y ha demostrado a todos los españoles que sabe estar a la altura de las circunstancias en unos momentos trascendentales para la Nación, sometida al albur de sus enemigos en busca de un pacto para mantener a Sánchez en la presidencia cuatro años más. Ahora es el turno de Núñez Feijóo, que debería aprovechar esta circunstancia para dignificar ese apoyo desinteresado por parte de Vox, correspondiéndolo en aquellos territorios e instituciones donde el acuerdo con el partido conservador es el único posible para poder gobernar.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal