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Pedro Gil Ruiz

El PNV en su laberinto

Cualquier día serán expulsados del paraíso del pacto de progreso y pasarán a formar parte de la 'derechaextremaderecha'.

Cualquier día serán expulsados del paraíso del pacto de progreso y pasarán a formar parte de la 'derechaextremaderecha'.
Pedro Sánchez y Aitor Esteban. | Europa Press

"Esta legislatura será muy difícil y agónica y en ese maremágnum sólo tenemos como vascos, las de ganar. El gran secreto es jugar bien las cartas". El pasado 17 de agosto, Iñaki Anasagasti se envanecía en el blog que escribe en Deia.

Aitor Esteban Bravo, portavoz del PNV, es el encargado de barajar y dar cartas en el parlamento de Madrid. Esteban, a diferencia de Anasagasti, no puede fardar de ser "de la más pura sangre de Aitor… sin gota de sangre de moros, ni de judíos, ni de godos, ni de maquetos". A pesar de esta mácula —por sus venas corre sangre soriana— Esteban comparte la superioridad moral de los descendientes de su legendario tocayo.

Aunque, bien mirado, es difícil dar con el porqué de tanto ahuecamiento en esta gente…

"Señor candidato, señoras y señores, esta mañana he visto las portadas de los medios de comunicación, que decían: en manos del PNV. ¿En serio? ¿En manos del PNV? ¡Pues vaya con la gran nación española! (Risas.-Rumores). ¡Qué incapacidad de llegar a acuerdos! Nosotros no tenemos interés en provocar la desestabilización del Estado, pero tampoco tenemos vocación de gobernar España. Somos un partido vasco". Transcrito quedaba en el Diario de Sesiones el arranque de su señoría haciéndose el chistoso en la moción de censura presentada por Margarita Robles y 83 diputados socialistas, contra el presidente Mariano Rajoy.

El facundo Aitor justificó el voto favorable diciendo una cosa y la contraria. Y Pablo Iglesias se encargó de recordarle que fue el miedo a unas elecciones anticipadas el que decidió su voto.

Han transcurrido cinco años desde que el PNV decidió calarse la boina del cura Santa Cruz y se alistó en un nuevo frente popular. Las municipales de mayo y las generales de julio, le deberían hacer reflexionar sobre la conveniencia de hacer mutis por el foro.

"Ante los resultados electorales del 28 de mayo y 23 de julio nada de cataplasmas. Nada que sea tibio, puede ser bueno. Y el PNV no ha sido ni debe ser un partido tibio ¿Es normal que en Gipuzkoa de 88 ayuntamientos, 77 sean de Bildu? Esta es otra parte del problema ¿Nadie es responsable de semejante desaguisado?", se lamentaba Anasagasti.

Unos días antes de las elecciones del 23J, Iñaki Iriondo, gacetillero de cabecera de Otegi, que estuvo a las órdenes de Merche Aizpurua en Egin y Gara, entrevistó a Aitor Esteban. Le preguntó por la valoración que hacía de la legislatura —el PNV votó a Sánchez, mientras Bildu se abstuvo—. "Hicimos una apuesta importante en un momento de inestabilidad grande. La única forma de hacer un gobierno era que fuera de coalición. Y no solemos votar a favor en las investiduras, pero lo hicimos. Y nuestros votos fueron decisivos. Hay otras fuerzas del denominado bloque progresista, como EH Bildu y ERC, que se abstuvieron".

"¿Ha ido bien?", interrogaba Iriondo. "En materia presupuestaria sí. Creo que se han conseguido cosas importantes, como todo el tema de dar cauce a las selecciones vascas en algunos deportes", respondía Esteban.

Permita el lector un poco de contexto. El bueno de Aitor había conseguido el reconocimiento de la oficialidad de las selecciones vascas de pelota y surf por medio de una enmienda a la Ley del Deporte. El 25 de octubre de 2022 lo festejaban: "Gracias a EAJ-PNV, pueden vestir la camiseta de Euskadi y portar la ikurriña en competiciones internacionales. Un hito". El 29 de julio, seis días después de las elecciones generales, se reunió la asamblea de la Federación Internacional de Pelota. No sometió a votación la modificación estatutaria necesaria para el reconocimiento de la federación vasca "con el único interés de mantener unida a la Pelota Mundial", manifestó su presidente. "Euskadi debe estar donde le compete, dejando de molestar con sus apariciones cada cierto tiempo", zanjó el de la Española.

Aitor Esteban continuó enumerando los logros conseguidos gracias al apoyo al Gobierno de PSOE y Podemos: "los cuarteles de Loiola, inversiones en I+D+I, está Zadorra... Pero ha habido algunos temas importantes que Pedro Sánchez firmó con nosotros para la investidura en los que no se ha querido mojar. Por ejemplo, dar un cauce en el ordenamiento jurídico al sentimiento de pertenencia nacional, tanto en Euskadi como en Catalunya. De esto no ha querido saber nada".

Olvida el traspaso de la gestión de la prisiones —julio de 2021—. Eso se lo deja a Bildu.

Viendo los resultados de las elecciones generales del 23J, parece que sus votantes no han entendido muy bien qué es lo que ha hecho Aitor en Madrid. El PNV desciende en Álava de la primera a la cuarta posición. En Vizcaya pierde 58.000 votos y 8 puntos. En Guipúzcoa pasa de primera a tercera fuerza. En la Comunidad Autónoma se deja el 27% de los apoyos que obtuvo en 2019 —103.000 votos—. Bildu, por el contrario, gana 53.000 votos, un 20% más que en 2019.

Un panorama que Anasagasti aprovecha para meter el dedo en el ojo de los dirigentes jeltzales: "Pérdida de dos elecciones a la directiva del Athletic, pinchazo en el Alderdi Eguna, elecciones municipales y forales con 86.000 votos menos, elecciones legislativas con 110.000 votos menos y una remontada de Bildu que tiene presencia nacional vasca en los cuatro territorios y nosotros no, y, como remate un partido socialista que gana en la CAV y nos hace perder la hegemonía".

Para rematar cita a Koldo San Sebastián, historiador del PNV y productor de programas de divulgación en ETB: "Tenemos que recuperar la centralidad. Somos un partido de centro y no un partido de izquierda. Nuestra identidad no es el extremo en todo. Hemos votado cosas con PSOE y Podemos que no son entendidas por nuestro electorado. En algunas cosas, debería haberse dado libertad de voto y en muchas más, abstenerse".

Desde que no recogen nueces, en el PNV andan perdidos con la estrategia.

Que se anden con ojo Ortuzar, Urkullu y compañía mientras hacen como que "luchan contra el fascismo" en Madrid. Cualquier día serán expulsados del paraíso del pacto de progreso y pasarán a formar parte de la derechaextremaderecha. Ellos saben que el padre de Arnaldo Otegui fue afiliado de la UGT en Elgoibar.

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