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Los tontos inútiles de la yihad en Europa

No tienen solución. Son más peligrosos para la seguridad y la integridad de Europa que los propios yihadistas.

No tienen solución. Son más peligrosos para la seguridad y la integridad de Europa que los propios yihadistas.
Manifestaciones a favor de Palestina en París. | EFE

Mientras escribo, otro islamista ha sido detenido en París, tras salir de una mezquita y pasearse frente a una escuela con un gran cuchillo; la policía ha considerado improbable que fuera utilizarlo para cortar jamón. La llamada de Hamás a la yihad global encuentra su respuesta. Mogouchkov, el tipo que ha degollado este viernes a un profesor y apuñalado a otros dos en Arrás, debió haber sido expulsado de Francia hace diez años junto al resto de su familia. No pudo ser enviado de vuelta a su país porque asociaciones pro-inmigrantes y varios políticos de izquierda se opusieron y le organizaron una ruidosa campaña de solidaridad que resultó eficaz. Quizá algún día se estudie en los libros de Historia cómo la izquierda posmoderna, desde BLM hasta Juana, desde Hamás hasta ETA, logra situarse siempre en el lugar equivocado para después, a menudo, indignarse contra las consecuencias.

"Los comunistas de Rennes", concluía el comunicado del Partido Comunista francés del 19 de febrero de 2014, "nos alegramos de la rápida movilización de las asociaciones de la prefectura de Ille y Vilaine y de la liberación de la familia Mogouchkov". Los comunistas argumentaban además que en Chechenia no se respetan los "derechos humanos" y que repatriarlos les pondría en peligro. Es más, pedían su regularización: "dominio del francés, niños educados con éxito, cumplen todos los criterios". Sin duda, los cumplen: nueve años después, un hermano condenado por planear un atentado contra El Elíseo y otro ahora encarcelado por decapitar a Dominique Bernard, un profesor de Literatura de 57 años apasionado de Proust, Celine y Gracq. En la Universidad Popular que cofundó este maestro en Arrás, escribían de él: "No podemos imaginarlo emborrachándose en un rigodon o saliendo con hooligans. En efecto, Dominique es un hombre refinado, de lenguaje erudito y en sus conferencias nos abre las puertas de su universo mental hambriento de belleza". ¿De qué lado ha estado la izquierda francesa en todo este asunto? Del lado del sujeto del universo mental hambriento de sangre.

En los últimos días, los españoles hemos vuelto a sentir vergüenza de nuestro Gobierno, excluidos de las reuniones de todos los países decentes que se oponen a la barbarie terrorista, porque en Estados Unidos no se fía de Sánchez. Las noticias que circulan fuera de España son confusas. El editor de mis artículos en la revista americana National Review me lo preguntaba el martes, entre asombrado e incrédulo: "¿De verdad vuestro Gobierno está condenando a Israel en vez de condenar a Hamás?". Me ha costado explicarle que Sánchez está con Hamás, por la misma razón por la que está con los etarras y los golpistas catalanes. Y eso que aún no había salido Patxi López, grandes fuentes en la yihad, a desmentir en falso los asesinatos de bebés, ni Borrell a mangonear para que la UE pusiera el acento en la "respuesta proporcional", que más les vale a los palestinos que Israel no lo tome al pie de la letra.

Tras la llamada de Hamás a un "viernes de la ira", las redes sociales se han vuelto a llenar de soflamas que piden "aplastar a Israel y después volver a Al Andalus". La Europa dopada del laicismo y estupidez está siendo incapaz de comprender la amenaza. La Europa política y mediática que hace malabares para ocultar los atentados yihadistas y minimizar la amenaza, no entiende que el enemigo ya está dentro gracias a su absurda política migratoria. El triunfo del multiculturalismo, del que escribió Luis Alberto de Cuenca que es "un nuevo fascismo / solo que más hortera", un plan sin fisuras: borramos los valores cristianos, disolvemos nuestra cultura, y quemamos nuestra Historia. Pero ignoran que el hueco, por supuesto, jamás lo ocupará la cursilada francesa del laicismo sino el más fuerte, el islamismo.

Con el cadáver de Dominique aún caliente, ya hay periodistas zurdos en Francia humanizando al asesino que, al parecer era un chico muy bueno que había pasado una mala etapa. No tienen solución. Quizá recuerden también al refugiado sirio que apuñaló bebés en un parque infantil el pasado junio. Primero los medios de izquierdas insistieron en que era cristiano, cuando la evidencia cayó sobre su infamia, dijeron que estaba loco. Lo que ya nadie ha contado es que el examen psiquiátrico no arrojó ni una señal de trastornos mentales y que el muchacho, que sepamos, a día de hoy se ha negado a desbloquear su móvil para que los policías puedan examinarlo. ¿Qué ocultará? ¿Un PDF con la novena a la Inmaculada Concepción?

Los tontos útiles, más bien tontos inútiles, los que condenan a Israel tras el brutal atentado de Hamás, los mismos que condenaron a Estados Unidos tras el 11-S y a Aznar tras el 11-M, son más peligrosos para la seguridad y la integridad de Europa que los propios yihadistas.

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