Menú

La Corona, con la Constitución; el Gobierno, con los golpistas

Hemos podido presenciar, casi simultáneamente, cómo la Corona fortalece en defensa de la Constitución lo que Sánchez desteje en defensa de su poltrona.

Los españoles podemos congratularnos por la solemnidad, el boato, la magia y la carga histórica y tradicional de la Corona, símbolo de la unidad y permanencia de la nación española, que tanto han lucido durante el acto de la Jura de la Constitución por parte de su Alteza Real, la Princesa de Asturias, con ocasión de su mayoría de edad. Gracias también al buen hacer del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, que se han volcado en los preparativos, la capital de España se ha engalanado y llenado de banderas de España y ha dado empaque a un acto histórico como es el juramento y el compromiso del heredero de la Corona de "guardar y hacer guardar" nuestra Ley de Leyes. Ni siquiera el politizado y mediocre discurso de la presidenta del Congreso Francina Armengol -con ideologizadas referencias al cambio climático, a la lucha contra la violencia de género o a las injusticias del modelo económico- ha deslucido un ápice este acto histórico que tantos elogios ha concitado en la prensa internacional y en el que tampoco nadie ha echado de menos -todo lo contrario- la indeseable presencia de los representantes separatistas, golpistas y antisistema con los que Sánchez pretende sostenerse en el gobierno al precio de dejar en papel mojado precisamente aquello que la Corona simboliza y la Princesa Leonor ha jurado guardar y hacer guardar como es, respectivamente, la unidad de la nación española y la Carta Magna que la articula como Estado de derecho.

Y es que eso otro espectáculo que ha brindado este gobierno, con su presidente ofreciendo "lealtad" a la joven Princesa, mientras su ministra Ione Belarra se comprometía a "trabajar para que Leonor nunca sea reina", sólo ha sido superado por el de la indigna, silenciada y casi clandestina reunión que ha mantenido el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán con el prófugo de la Justicia, el golpista Carles Puigdemont, para garantizarse el respaldo a la investidura de Sánchez de todas las formaciones contrarias a la Constitución, a la Monarquía parlamentaria y a la unidad de España a cambio de que el PSOE se sume a una anticonstitucional Ley de Amnistía y a una futura y no menos ilegal consulta secesionista en Cataluña.

Y es que cosas tan fortuitas como la fecha de nacimiento de la princesa de Asturias y el calendario que ha impuesto la fallida investidura de Feijóo han hecho que coincidan en el tiempo un espectáculo tan digno y encomiable como el acto de Jura de la Constitución de Leonor de Borbón con un espectáculo tan despreciable, clandestino y casi delictivo como el que está protagonizando Pedro Sánchez y las formaciones contrarias a la Constitución con tal de mantener al felón en la poltrona. De esta forma, los españoles hemos podido presenciar, casi simultáneamente, cómo la Jefatura del Estado teje y fortalece en defensa de la Constitución lo que el Jefe del Gobierno desteje y debilita en defensa de su poltrona.

Sólo cabe, en conclusión, destacar las palabras con las que el Rey ha recordado lo que en su día le dijo a él el entonces Presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba: "El juramento de la Constitución simboliza el sometimiento al Derecho". Un sometimiento que "constituye una exigencia para la Corona y para todas las instituciones" y cómo la observancia de la ley y la separación de poderes "son los pilares de toda democracia representativa" y la "garantía de las libertades y los derechos". Pues bien: Ese "sometimiento al derecho" y ese "respeto a la ley y a la separación de poderes" es precisamente lo que viene a burlar una amnistía con la que se pretende poner a los golpistas por encima de la ley y mantener a Sánchez como presidente de gobierno.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal