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Expedición del Grupo Militar de Montaña al Campo de Hielo Sur

El Grupo Militar de Alta Montaña se creó en 1985. Su finalidad era convertirse en un elemento de prestigio dentro y fuera de las Fuerzas Armadas.

El Grupo Militar de Alta Montaña se creó en 1985. Su finalidad era convertirse en un elemento de prestigio dentro y fuera de las Fuerzas Armadas.
Militares. | PGR

Los militares de la fotografía con la que abrimos esta crónica posan delante del edificio principal del Acuartelamiento San Bernardo de la Base Discontinua Oroel, en Jaca. Aquí tienen su sede la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) y la Compañía de Esquiadores Escaladores 1/64 del Regimiento de Infantería "Galicia" 64, además de la Plana Mayor de Mando del Regimiento.

Son el sargento 1º Español —con boina verde—, el cabo Merchán —con la boina azul de la Guardia Real—, el coronel Ayora y el cabo 1º Borja. Cuatro de los integrantes del Grupo Militar de Alta Montaña que, junto al cabo Plans y Luis Miguel López Soriano —personal civil con funciones de cámara—, van a adentrarse, desde el próximo 8 de noviembre y durante 13 días, en la dimensión congelada del Campo de Hielo Sur. Lo harán con dos patrullas de la Compañía Andina Divisionaria N20 Cochrane del Ejército de Chile. Es una expedición combinada. Libertad Digital seguirá su aventura.

Detrás de ellos, una placa en la fachada con el nombre de un militar: "Edificio General Garrido". Se colocó hace escasos días, el 25 de septiembre. Recuerda y honra a Rafael Garrido Gil, nombrado el 1 de julio de 1985 Jefe de la Brigada de Cazadores de Montaña LXI y Gobernador Militar de Guipúzcoa. El General Garrido fue asesinado por el terror etarra el 25 de octubre de 1986. Con él murieron su esposa, su hijo de 16 años, el chofer conductor y una ciudadana portuguesa. Padre de mis amigos Fernando y Javier, grandes montañeros y mejores personas. Que su recuerdo permanezca en nuestra memoria.

El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) se creó por iniciativa del General Jefe del Ejército de Tierra en 1985, su finalidad era convertirse en un elemento de prestigio dentro y fuera de las Fuerzas Armadas. Sus expediciones sirven de banco de pruebas para proyectos y estudios de toda índole: medicina deportiva, psiquiatría de dinámica de grupos, biomedicina, alteraciones del aparato ocular, y facilitan experimentar con técnicas, equipos y materiales.

El coronel Ayora nos explica los objetivos principales de esta misión: "Desde el punto de vista militar es una zona muy interesante porque hoy en día nuestras tropas están desplegadas en el Báltico; el frío extremo es un escenario en el que tenemos que trabajar. Reconocer estos sitios, probarnos a nosotros mismos, vivir y movernos allí, observar las reacciones del grupo, cohesionarlo en situaciones de estrés. Vamos a experimentar nuevos materiales y técnicas de desplazamiento horizontal, fundamentales para asegurar la supervivencia ante cambios bruscos de la meteo. Es algo en lo que hemos estado trabajando durante este año en Finlandia y Noruega con la colaboración de José Mijares, un español afincando en Cabo Norte, al que quiero agradecer sus valiosos consejos fruto de años de experiencia en el frío extremo".

Además del interés militar y montañero, el GMAM quiere continuar con un proyecto de investigación iniciado en la Expedición al Campo de Hielo Norte en 2007 y posteriormente en Groenlandia, coincidiendo con el Año Polar Internacional. "Nos interesa estudiar y conocer el deterioro neurocognitivo en situaciones extremas. De la mano de psicólogos y de médicos estuvimos profundizando en la toma de decisiones, en la resolución de problemas, ¿qué capacidades se veían afectadas como consecuencia de la hipoxia? Este año y el que viene, vamos a seguir en esta línea, centrados en la toma de decisiones y también en la posible aplicación de inteligencia artificial. Para ello contamos con el trabajo que está coordinando el teniente coronel médico Jorge Palop, compañero de aventuras en montaña".

"Aquella expedición (diciembre de 2007) nos marcó a todos los que estuvimos", recuerda el coronel Ayora. "Nos dimos de bruces con la dureza del Campo de Hielo Norte, con su clima infernal que nos obligó a permanecer en una cueva de nieve, en una situación muy delicada durante cuatro días. Afortunadamente, por tener bien preparado el rescate y porque se abrió una ventana de buen tiempo, conseguimos in extremis salir y volver todos sanos y salvos, con algunas pequeñas congelaciones".

"¿Y ahora, al Campo Sur?", le pregunto. "Sí, volvemos al hielo. Durante 13 días haremos una travesía circular rodeando el cordón del Cerro Pirámide. Entraremos, aerotransportados o en lanchas, por la laguna del glaciar O’Higgins y saldremos por laguna del glaciar Chico. El tiempo nos va a delimitar las jornadas que tengamos de actividad. Habrá días que paremos, obligados a vivaquear en las tiendas o en cuevas de nieve. Es para lo que nos hemos preparado".

Será una travesía con esquís y pulkas (unos pequeños trineos) e intentarán la cumbre del Lautaro, un volcán activo a 3.600m altitud. Además de las patrullas españolas y chilenas que van a entrar en el hielo, una fuerza de reacción rápida de la Compañía Andina estará a buen cobijo y atenta.

El general tiempo mandará sobre estas tropas. Aquí se lo contaremos.

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