El Partido Popular concentró este domingo a una multitud de simpatizantes en Madrid, en un acto convocado para mostrar su oposición a los enjuagues de Sánchez con sus socios separatistas que culminarán con la nefanda ley de amnistía. Es el segundo acto multitudinario de estas características, tras el organizado el pasado mes de septiembre, con el que el principal partido de la oposición pretende movilizar a la sociedad para detener el proceso golpista iniciado por el PSOE tras la investidura de Pedro Sánchez el pasado mes de noviembre.
Los miles de ciudadanos presentes en la concentración ovacionaron el discurso de Alberto Núñez Feijóo, con el que convocó a toda la sociedad a esta imprescindible tarea de oposición a los planes del sanchismo a través de una respuesta ciudadana que, como indicó el presidente del Partido Popular, "es cada día mayor, cada día es más fuerte, cada día está más consolidada, cada día tiene más gente y cada día somos más".
Todos los oradores del acto recordaron la labor de la Policía y la Guardia Civil durante el desafío separatista, un reconocimiento necesario ante los repetidos insultos de Sánchez a los policías que sufrieron a los terroristas callejeros azuzados por los nacionalistas, lo que constituye a juicio de los dirigentes populares una "indignidad impropia de un presidente del Gobierno". En este sentido, Feijóo aclaró que "no hay terrorismo bueno o malo, sino un Gobierno nefasto que no tiene vergüenza", en referencia a los intentos de descafeinar los episodios de violencia terrorista vividos en Cataluña durante las jornadas de la intentona secesionista.
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, describió perfectamente la España sanchista como un lugar en el que "criminalizan la vida normal y normalizan el crimen porque pactan con el crimen". Sin embargo, para la presidenta madrileña hay motivos para la esperanza porque "la libertad se abre camino" y el final de Pedro Sánchez "se acerca a gran velocidad", por lo que "esta pesadilla tiene los días contados".
El día elegido para la manifestación no podía ser más oportuno, puesto que este próximo martes tendrá lugar en el Congreso de los diputados la aprobación de la norma con que Puigdemont ha puesto de rodillas a Sánchez y al todo el PSOE, comprando la impunidad para los golpistas del 1 de octubre de 2017 a cambio de los siete votos de los diputados de Junts. La votación de este martes servirá también para comprobar la coherencia de los barones socialistas que, como Emiliano García-Page, muestran abiertamente su rechazo a las componendas de su jefe con el separatismo pero, llegado el momento de la verdad, no impiden que los diputados de su región validen con su voto los desvaríos totalitarios del líder de su partido.

