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Democracia guerracivilista

¿Por qué el ciudadano corriente que detesta la mentira, la soporta, o incluso la encubre y justifica si el mentiroso es de los suyos?

¿Por qué el ciudadano corriente que detesta la mentira, la soporta, o incluso la encubre y justifica si el mentiroso es de los suyos?
Pedro Sánchez en un acto público reciente. | EFE/Javier Lizón

Ahora que la infamia se ha consumado, ¿es también el ciudadano corriente corresponsable de la traición de Sánchez? Lloremos con reflexiones lo que no hemos sabido defender como ciudadanos.

¿Cómo se atreve Pedro Sánchez a profanar la tragedia del 11-M, ignorando la memoria de sus muertos, para agitar las mentiras de Aznar y ocultar las propias? ¿Qué ser repugnante hace eso con la naturalidad del más inocente de los hombres? No es una simple proyección freudiana, es maldad. Esto ya no es política, es vandalismo político. Como la propia amnistía. A decir de la Comisión de Venecia.

En una cosa tiene razón, "de aquellos polvos, estos lodos". Los de Zapatero primero, y los suyos después. Desde luego, PP y PSOE, a 48 horas de las elecciones del 2004, sin información concluyente y toda la angustia electoral, mintieron a dúo para volcar las elecciones a su favor. Uno con la carta de ETA y otro, con la del yihadismo. Ganó la versión del PSOE: "Queremos un gobierno que no nos mienta". Si así fue entonces, por qué habríamos de soportar ahora que nos mienta el suyo?

¿Por qué el ciudadano corriente que detesta la mentira, la soporta, o incluso la encubre y justifica si el mentiroso es de los suyos? Hemos de resignarnos en política a degradarnos al nivel del hooligan futbolero? En éste la mentira es un bálsamo para soportar la derrota o justificar la victoria lograda con malas artes. Pero solo es un juego.

No ocurre así en política. La mentira del líder de tu escudería ideológica garantiza réditos a los implicados directamente y a los que indirectamente les beneficia, pero no al electorado en general que les vota. ¿Por qué entonces le siguieron votando a Pedro Sánchez el 23-J? ¿Acertó Josep de Maestre cuando sostuvo en la Francia del S.XVIII, que "Todo pueblo tiene el gobierno que se merece"? La sentencia por rotunda y generalista, apesta. Libra de responsabilidad al gobernante, y reduce la del gobernado.

Hablemos del Gobierno de Pedro Sánchez y sus cómplices. ¿España tiene el gobierno que se merece…? ¿Se merecía el pueblo de Cataluña gobiernos ininterrumpidamente nacionalistas que han sacado del circuito electoral a más de la mitad de la población al grito de "fachas españolistas"? La treta fue tan sencilla como incomprensiblemente eficaz: la población castellanohablante interiorizó que las elecciones catalanas no iban con ellos. Incluso aceptaron resignados la imagen que proyectaban en ellos, los "amos". La conclusión no pudo ser más funesta, el catalanismo monopolizó la participación electoral en ausencia generalizada de la población castellanohablante, y se adueñó de las instituciones. Hasta hoy. Un ejemplo basta: Los 23 años de gobiernos de Jordi Pujol estuvieron abalados por una media del 26,5% del electorado, en un horquilla del 24% al 29%. Suficientes para lograr tres mayorías absolutas. ¿Ese exiguo porcentaje de un 1/5 del total de los ciudadanos era Cataluña?

Pues bien, ese modelo catalanista de frentismo sin frente es la polarización de la España sanchista con muro. El modelo nacional-catalanista de satanizar con el espantajo de "fachas" a la población catalana no nacionalista ha cuajado ahora en toda España con el mismo ritual de arrojar a la "ultraderecha" (fachosfera) a todo el que se oponga al sanchismo. Y para fijar socialmente el maniqueísmo, la prensa. También en este control de los medios, Cataluña es la pionera: monopolización de medios de comunicación públicos y subvención de los privados. Un pack completo para adobar el fraude. Con un matiz, en Cataluña el control es total, en España aún no. Aunque vaya en camino.

España ha empezado a vivir ahora la pesadilla que hemos estado sufriendo en Cataluña desde 1980. Bienvenidos al "oasis" español, hijo natural del "oasis" catalán. Sigan el rastro de Pujol y sus herederos, y llegaréis al de Pedro Sánchez y sus secuaces: desprecio total a la legalidad vigente.

El tercer acto de este sainete trágico-cómico es dilucidar por qué el 23-J pasado 7.821.718 millones de ciudadanos españoles siguió votando al presidente más mentiroso de la democracia a pesar de estar advertido. Y por qué todos sus diputados como un redil han votado una amnistía ilegal con la inclusión de delitos por terrorismo, malversación de fondos públicos y alta traición.

Las sociedades opulentas y distraídas del origen de su bienestar no reparan en que si dejan hacer a los corruptos y tiranos, un día u otro, acabarán entrando en su jardín. Y aplastarán sus flores. Dicen saber lo que es la democracia, incluso la confunden con un coche automático que solo les exige disfrutar del paisaje. Un error de bulto, si no tienes el control de tu coche en todo momento, antes o después acabarás en un socavón.

Volvamos al principio, ¿todo pueblo tiene el gobierno que se merece? No, nadie merece ser engañado, explotado, perseguido… y menos aún babeado con deuda pública para perpetuarse en el poder.

Quizás la culpa esté repartida si atendemos a Víctor Hugo: "Entre un gobierno que lo hace mal y un Pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa".

En eso estamos. La democracia guerracivilista está sustituyendo a la democracia. Y la mayoría como si oyera llover.

CODA: La tragedia de España es que no hay quien la defienda. Los tiranos son culpables, pero una ciudadanía que no se levanta contra ellos, no es inocente.

PD: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, convoca elecciones autonómicas para el 12 de mayo. ERC/JUNTS, el mismo guerracivilismo del PP/PSOE. Entramos en tiempos de turbulencias. Si los políticos fueran pilotos, hace tiempo que la gente no cogería aviones.

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