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¡Votad contra Begoña, Koldo y Sánchez, malditos!

No se trata de que te gusten los únicos partidos que se le oponen. El asunto es que esos partidos son lo único que pueden ponerle fin.

No se trata de que te gusten los únicos partidos que se le oponen. El asunto es que esos partidos son lo único que pueden ponerle fin.
Pedro Sánchez. | EFE

Muchos electores de derechas andan desanimados por la remontada del PSOE en las encuestas y por las constantes peleas y desaciertos de PP y Vox, en campaña y fuera de ella. Y esa desgana puede provocar que muchos opten por no acercarse a las urnas este domingo. Y lo entiendo, pero este 9 de junio más que nunca no se trata de votar a favor, sino en contra.

Sí, yo también estoy harto de los que la campaña de Vox esté dirigida únicamente contra el PP y sus votantes, sus ridículos calificativos de "derechita cobarde" y, sobre todo, de su sustitución del liberalismo por las tesis de la derecha lepenista. Y sí, yo también estoy harto del seguidismo que hace el PP de Feijoó del PSOE, de su característica forma de estar a favor de todo aquello de lo que ha estado en contra hasta un par de años después de que el PSOE lo ponga en marcha, de hacerle la campaña llamando ultraderecha a Vox, ellos que jamás llamarían ultraizquierda a los comunistas.

Pero Milei tiene razón. Todo esto habrá que pelearlo cuando se alcance una mayoría y haya que pactar un gobierno. Pero lo primero y lo realmente esencial es frenar al socialismo de Pedro Sánchez, de la amnistía ilegal, ilegítima e injusta para los golpistas que aún no había indultado, de la colaboración con los terroristas sin arrepentir, del antisemitismo desatado, del crecimiento de la pobreza, de la inflación, de los impuestos y regulaciones crecientes que impiden que España crezca, de la prostitución de las instituciones, del odio a toda familia tradicional que no sea la propia. Frenar a quien ha convertido España en un coto de caza para Begoña, Koldo y todos los socialistas implicados en la corrupción, que son todos.

Pedro Sánchez lleva los últimos meses con el modo Pablo Iglesias activado. La democracia es él, y todo lo demás es una máquina del fango, ultraderecha, fachas, franquistas. Los jueces, los medios independientes, los votantes, todos. El psicópata de la Moncloa siempre ha estado dispuesto a llevarse todo y a todos por delante con tal de seguir él al frente. No se trata de que te gusten los únicos partidos que se le oponen. El asunto es que esos partidos son lo único que pueden ponerle fin.

Un resultado ajustado que permita a Sánchez sacar pecho el lunes es lo peor que podría pasarle a España. Por eso, da igual a quien se vote, si a PP o a Vox. No a Alvise, a quien el PSOE promociona precisamente para que les favorezca el recuento y para incentivar que la derecha acabe partida en tres y no pueda gobernar jamás. Pero si PP y Vox logran unos números que trasladados a unas generales les darían para la mayoría absoluta, puede que estos comicios sean el principio del fin de la autocracia sanchista.

Votad con la nariz tapada a Dolors Montserrat si aborrecéis a Buxadé. Votad a Girauta con la nariz tapada si odiáis a González Pons. Da igual. En serio, da igual. Poco o muy poco cambiará en Europa si Vox saca algún eurodiputado más a costa del PP o viceversa. Pero en España sí puedan cambiar las cosas si al dictador epistolar los resultados le salen cruz.

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