
Parece ser que una de las pruebas para convertirse en miss España es improvisar conferencias sobre temas como el descenso de la natalidad en España. Y la candidata catalana se ha convertido en víctima de una lapidación digital por haber confundido "natalidad" con "notabilidad". A partir de ahí, la aspirante a miss nacional se aventuró a asegurar que "el descenso de la notabilidad nos está impactando fuertemente como sociedad", que "es algo que nos hace sufrir", pero que "también es algo que nos puede contribuir, que nos puede mejorar como planeta y como sociedad".
Vale, sí, ni idea de lo que está hablando. Como si fuera la primera persona a la que le pasa. En ese universo de caca y culo de las redes sociales, la muchacha está siendo sometida a toda clase de burlas. Se lo pueden imaginar. Su caso tiene un curioso antecedente, el de la aspirante a Miss Panamá 2009 que en una prueba similar dijo que Confucio fue "uno de los que inventó la confusión, un chino japonés de los más antiguos".
Resulta que ahora son más difíciles los exámenes de los concursos de belleza que los necesarios para obtener un título legal de educación más o menos superior. El descenso de la natalidad en España... ¡Toma ya! Igual que en lo de miss Panamá. ¿Qué quién fue Confucio? Pregunten a su alrededor.
El episodio también alimenta el debate sobre los concursos de belleza. Pero esa es otra cuestión. Aquí de lo que se trata es de una joven que improvisa una respuesta sobre algo de lo que no tiene ni idea, que supera los nervios de hablar en público probablemente por primera vez en su vida y que se hace un lío, cosa que le puede pasar a cualquiera salvo a los que la apedrean en X.
Ha querido la casualidad que el caso de la miss catalana coincida con la redifusión de una entrevista a Begoña Gómez en "Sumando esfuerzos" de Radio 5 todo noticias. O sea en una emisora de Radio Nacional. En ese programa, la señora Gómez explicaba que "la innovación tiene que ver ahora mucho con lo que es la transformación digital y la transformación digital nos da el paso definitivo a la profesionalización del sector, de tal manera que somos más sostenibles, somos más eficaces y la transformación digital innova en los diferentes canales que tenemos que utilizar para acercarnos a ese socio potencial". ¿Dicho lo cual, qué diferencia hay entre una respuesta de una experta en captación de fondos y la de una participante en un certamen de belleza? Exacto. Ninguna. Son perfectamente intercambiables.
Todo esto pasa mientras la vicepresidenta Yolanda Díaz ha vuelto a cobrar notoriedad por sus disparatadas respuestas en una entrevista con la directora de El País. Lo de la titular de Trabajo es de campeonato. Versión femenina del Antonio Ozores del "¡No hija, no!", Yolanda es la miss Universo del cotorreo.
¿Superarían Begoña Gómez y Yolanda Díaz las pruebas para ser miss España? ¿Sabrían qué decir ante, por ejemplo, el descenso de la natalidad en España? ¿Representarían mejor a la mujer española que la joven catalana que echa un manojo de nervios confunde natalidad con notabilidad? En la transformación digital están todas las respuestas.
