Sigue haciendo frío en los alrededores del Metropolitano porque los resultados no son los que se esperaban, sin embargo, los últimos hechos en acontecer están devolviendo a la vida al equipo de Diego Pablo Simeone. Que sí, que no están ni mucho menos jugando bien o en su mejor versión, pero aquí cuenta ganar y el Atlético se va al parón con 4 victorias consecutivas siendo tres de las mismas fuera de casa.
Este Atlético está aún buscando un camino que ni el Cholo ni los jugadores terminan de tener claro. Sobre todo en ataque. Atrás sí. Atrás queda claro que la idea es volver a los inicios del cholismo, es decir, cerrojo atrás y arriba llegarán las ocasiones de ser contundentes. Para que eso funcione alguien tiene que mandar bajo palos y como dice el cántico que sonaba en el Vicente Calderón y suena en el Metropolitano, "Obli, Oblak", en este Atlético manda Jan. Bueno, el cántico no dice eso, pero ya saben lo que quiero decir.
Oblak está dando al Atlético de Madrid cosas que un portero debe dar y otras que no son su función y que te podría firmar Griezmann y no el propio Jan. Hablo de asistencias. En París, pase largo del portero esloveno y Griezmann le daba el gol a Correa. En Mallorca, pase largo de Oblak, pelea innegociable de Giuliano Simeone y tanto de Julián Álvarez. ¿Cuántos porteros son capaces de salvar los puntos y encima darlos? Pocos. Casi ninguno. Oblak lo está haciendo y sin él, este Atlético, en vez de revivir, podría irse al parón con hipotermia.
En Mallorca, el Atlético se sostuvo en los mandamientos del cholismo. Portería a cero, la personalidad de Oblak, el coraje y corazón de Giuliano y, como no, los goles argentinos. Correa el miércoles y Julián este domingo. Siete goles lleva Álvarez y aunque lo sigue pasando mal a la hora de encontrar su mejor versión y su sitio en el equipo, el 19 rojiblanco sigue firmando goles. Para ese se le fichó. Si yo pago tanto dinero por un jugador, aunque no tenga muchas, quiero que marque lo que sea que pase por su lado y en Mallorca, Julián dio otros tres puntos en la única que tuvo.
En el capítulos de errores, sigo muy preocupado con algunas cosas de Atlético. Me fijo hoy en Riquelme y Griezmann. El Atlético ganó 0-1, tuvo ocasiones para sentenciar y la que tuvo Riquelme es el mayor ejemplo de que es él mismo el que se está complicando su futuro en el Atlético. No logra ser diferencial y en Mallorca eligió, casi siempre, mal. Hay que seguir currando, pero hay que dar más, porque en el Atlético no vale con no restar. Hay que sumar. Y de momento Riquelme suma trabajo, no asistencias y goles. En el caso de Griezmann... miren, hay dos maneras de pedirle las cosas a un genio como él. Yo elijo la del respeto. La de tener memoria. No está bien, ok, pero se ha ganado el respetarle en los momentos malos. Eso sí, Griezmann ha normalizado desaparecer durante media hora o más y eso no lo puedo sostener el Atlético de Madrid. Tras este nuevo parón, con Griezmann quedándose en Madrid, sí o sí, debe volver el mejor Antoine.
Por último, a nivel de seriedad y de defensa, buen partido del Atlético, pero con eso no vale. Perderás más puntos de los que ganarás así. Arriba tienes que hacer algo. Tienes que ser más valiente. Entiendo que Simeone les pide que no cometan errores. A veces en exceso. Pero hay jugadores que desaparecen media hora o más y eso no solo es por táctica. Incluso se ve al Cholo desesperado haciendo gestos en dirección a la portería contraria y ahí pocos jugadores se atreven a mirar. Díganme un solo jugador del Atlético que en los primeros 45 minutos intentase un pase a la espalda de la defensa o un pase definitivo. Ni uno. Y ojo, tuvo opciones de hacerlo. Nada. Pasecito atrás y "yo no fallo". Ni uno se atreve. No puede ser aunque esté sirviendo. Y está sirviendo porque Obi, Oblak, en este Atlético corre Giuliano y manda Jan.