Lo dejo muy claro desde el primer momento. Da igual el rival, su nivel, su reconocimiento internacional y la nota media que le den los expertos futbolísticos de dudosa objetividad. Son las sensaciones y los resultados lo que más me importa del Atlético en las últimas semanas y ahí, como esto va de ganar, dan igual las valoraciones subjetivas. Los datos no lo son. El Atlético hizo el ridículo ante el Betis en Sevilla y en vez de tirar todo por la ventana sin pensar en las consecuencias, el equipo ha recuperado sus mínimos cholistas y el propio Cholo, aunque aún falta muchísimo para convencer a todos los niveles, ha comenzado a encontrar el camino. El equipo, sin encontrar aún su mejor versión, ha ganado todos los partidos que ha tenido que afrontar desde Sevilla. Seis victorias seguidas. Pocos equipos pueden salir de una crisis logrando media docena de triunfos. Sin brillar hasta ayer, ok, pero aquí solo vale ganar y el Atlético está ganando. Seis, señoras y señores. Seis victorias.
Vamos a repasar todo lo que significó anoche la victoria en Praga independientemente del nivel de los locales. 6 victorias seguidas. 2 consecutivas fuera en Champions. Un 0-6 en Champions que nunca es fácil. Doblete de Julián. Golazo de falta. Más confianza aún para el argentino con 9 goles hasta la fecha y solo uno de penalti. Griezmann marcó un tanto de suplente y Correa, muy goleador en este inicio de curso, hizo doblete. Portería a 0. Y por último, golaverage recuperado pasando de - 4 a +2. Son muchas cosas y todas muy buenas.
Podemos estar mucho tiempo devaluando la victoria del Atlético de Madrid en Praga. El mismo o más que se han dedicado a matar al conjunto rojiblanco antes de tiempo. Porque, seamos sinceros, cada vez que se abre una herida en el cuerpo colchonero, los buitres sobrevuelan el Metropolitano buscando el cadáver del equipo y en concreto el de Simeone. Pues bien, ni antes estaban muertos ni ahora son España en 2010 camino de ganarlo todo. Ha vuelto el partido a partido y eso se nota en cómo se afrontan los mismos. Y para mantenerse en el partido a partido, el vestuario tiene que entender que no han hecho nada todavía, pero que este es el camino a seguir si quieres, por ejemplo, lograr la séptima victoria consecutiva en Valladolid.
En Praga, el Atlético me gustó desde el 11 planteado por Simeone. Fue un once titular intachable. ¿Por qué? Porque todos los jugadores que fueron titulares lo merecían y los que fueron suplentes, ídem. Incluso el Cholo apagó incendios inventados acerca de que iba a sepultar a Javi Galán por su mano ante el Alavés. No lo hizo. Titular y buen partido del lateral. Además, para los incrédulos, el Cholo sentó a Koke y juntó a Sorloth con Julián Álvarez dejando en el banquillo a Griezmann. ¿Jamás sienta a Antoine? Cuatro suplencias lleva este año el francés, por lo tanto, inventos y leyendas urbanas, no, gracias.
Si ya tu once titular demuestra a propios y extraños que en el Atlético solo deben jugar los que mejor están, lo único que necesitaba el cuadro rojiblanco era actitud y aptitud. Lo primero lo pusieron por fin desde el inicio y lo segundo lo representó a la perfección Julián Álvarez. Desde 2009 no marcaba el Atlético un gol de falta en Champions. Fue el Kun, otro argentino y anoche, Julián la colocó en el zurrón con un derechazo de clase mundial. Nueve goles de Julián Álvarez y todavía, por motivos de calendario, sin asentarse como titular en todos los partidos. Pero oye, los expertos señalaban que con Simeone iba a ser un desastre. Bueno, siete goles de jugada, uno de penalti y otro de falta. Son ya 9 goles en lo que va de curso. No está nada mal para el jugador "que no quería Guardiola por algo".
En ataque funcionó Julián y en el medio el Atlético sigue mimando al tesoro que más brilla de su cantera, Pablo Barrios. Está empezando a encontrarse muy cómodo con o sin Koke en el 11 y eso hace que esté ganando seguridad personal y respeto global. De Paul y Gallagher también cumplieron muy bien su función al igual que hizo Sorloth en punta martirizando centrales y Giuliano revolucionando el motor como hace siempre. Atrás, Giménez sigue sano y el Atlético lo disfruta, logrando a su vez que Lenglet empiece a ganar minutos y galones. Llorente, ya recuperado de su lesión, también sumó mucho incluyendo el 0-2. Lo dicho: un partido redondo.
Eso sí, Praga ya es pasado. Partido a partido. Como dijo Simeone en rueda de prensa, esto ya es historia y no contará en Valladolid. El Atlético tiene que seguir con su partido a partido. Ni antes era el Armageddon ni ahora ya está todo hecho. Es un proceso. Delanteros nuevos. Cambios en el club. Defensa cambiada. Muchas cuerdas que afinar en la guitarra con un calendario que no te permite usar el diapasón más de un minuto. Calma. Paciencia. Como la que tiene Simeone. Valladolid, próxima cita. Misma intensidad y, por si acaso Cholo, no tocar mucho lo que está funcionando.