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Trump, Israel y la esperanza occidental

González Pons no está sólo. Es sólo una avanzadilla de los bárbaros de la UE.

González Pons no está sólo. Es sólo una avanzadilla de los bárbaros de la UE.
Esteban González Pons. | LD/Agencias

Pues, sí, Trump trae esperanza para Occidente y también para Oriente. Es una opinión que no agrada a los finos pensadores españoles de la geopolítica mundial. Pobres, propagandistas de la molicie "intelectual", ni siquiera hallan palabras apropiadas para insultar a Trump. Tampoco los muchachotes del PP creen que existan millones de seres humanos contentos por la llegada de Trump. Siguen insultando con una violencia árida, españolísima, al presidente de los EE.UU.; lo del fulano de Valencia, Esteban González Pons es su nombre, ciertamente, no tiene nombre; los espumarajos vertidos contra Trump han sido ocultado por las melifluas declaraciones de su jefe, Alberto Núñez Feijóo. Allá ellos. Ojalá monten, naturalmente, con el PSOE una Internacional contra Trump; busquen asesoramiento en la empresa de Pepiño Blanco, exministro de Zapatero, y pasen al ataque. Todos juntos, socialistas y peperos, con la sabiduría que sale del cacumen de la señora Palacios, sabía pensadora de FAES, planten cara a Trump. ¡Qué gente! Cuánta facundia e ignorancia acumulan en sus tristes vidas. Es menester ser muy obtuso para no enterarse de lo que está pasando.

Pero, por si acaso hay algo de vida inteligente en el PP, le recordaré a este personal sólo una señal de esperanza dada por Trump: el primer presidente del mundo de un país extranjero invitado a visitar la Casa Blanca se llama Benjamín Netanyahu. Sí, hombre, sí; es el presidente de uno de los países más pequeños en extensión del mundo, pero si cae Israel, caemos todos. Y, por eso, Trump es el primer interesado en ayudar a Israel. ¿Saben ya los cerebros peperos a qué me refiero? Claro que lo saben, pero lo ocultan, porque ellos son tan progresistas como los socialistas y, de paso, los imitan en estulticia.

González Pons no está sólo. Es sólo una avanzadilla de los bárbaros de la UE. Un mercenario más al servicio de la castuza que desgobierna Europa y nos empobrece cada día más. Vamos, don Esteban, no se arrugue. Siga dándole cera a Trump y asegúrese un puesto vitalicio en algún organismo de la UE, o en Rusia, o en el santo lugar dónde lo parieron, pero nunca olvide que Trump, en su segundo mandato, vuelve para defender lo que usted, mercachifle de la política, jamás entenderá: defenderá que todo lo construido por los judíos desde 1967 hasta hoy en Judea y Samaria (empleo, sí, los términos bíblicos para referirme a una zona que usted, seguramente, conoce, porque estoy convencido de que alguna vez lo habrán invitados los de Hamas) es parte de la construcción de Israel. Llegará un día en que vivir en Cisjordania será como vivir en el valle del Jordán, o vivir en Tel Aviv. Todo es parte de un solo Israel. Consolidar esa esperanza es lo que trae Trump.

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