Las CCAA del PP resisten la tentación de "blanquear" las cesiones al separatismo

Estaba claro que la artera propuesta del gobierno de Pedro Sánchez de hacer extensiva la escandalosa y mal llamada "condonación" de parte de la astronómica deuda de la administración separatista catalana al resto de las comunidades autónomas estaba orientada tanto a maquillar y a diluir la cesión a sus aliados golpistas como a crear una grieta entre la dirección nacional del PP y los lideres regionales de este partido que, por cierto, gobiernan en la mayoría de las comunidades autónomas. Y es que trasladar a la administración central del Estado parte de las muy distintas deudas contraídas por parte de las distintas administraciones autonómicas —no otra cosa es la mal llamada condonación— podía ser sumamente tentador para los gobiernos regionales por mucho que haga recaer el peso de la deuda autonómica entre todos los españoles.

Aun así, los catorce consejeros de Hacienda de las comunidades y ciudades autónomas gobernadas por el PP, en un gesto de responsabilidad y altura de miras, han decidido plantar este miércoles a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y han denunciado la "trampa" orquestada por el PSOE con los separatistas para la estabilidad del gobierno. Los dirigentes populares han abandonado la sala y no han querido así votar este punto del orden del día. En este punto cabe recordar que con que una autonomía vote a favor en el seno del CPFF, la iniciativa saldrá adelante, hasta ser presentada en el Congreso de los Diputados, previsiblemente a finales de año, momento en que necesitará cosechar una mayoría absoluta.

En refuerzo del liderazgo que Feijóo ha demostrado tener en este asunto, la consejera de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, ha sido una de las promotoras del plante y ha manifestado a la salida que "no vamos a ser cómplices de las cesiones que permanentemente se están haciendo al independentismo". Téngase en cuenta además que la Comunidad de Madrid —una de las menos endeudadas de España y la única que no debe nada al Fondo de Liquidez Autonómico— cifra en 483 euros extra lo que pagará cada madrileño por la condonación de la deuda diseñada y pactada por el Gobierno central a la medida del separatismo catalán, mientras que cada catalán se ahorrará un total de 410 euros.

Así, no es de extrañar que el Gobierno de Madrid se haya planteado recurrir a los tribunales en el caso de que esta iniciativa finalmente prospere. Lo que está claro es que el gobierno premia a cargo de todos los contribuyentes españoles el despilfarro en el que ha incurrido la administración autonómica catalana con sus delirios identitarios y sus procesos de independencia mientras penaliza a los ciudadanos cuyos gobiernos regionales sí se han esforzado en ajustar sus gastos a sus ingresos.

Y es que como bien ha señalado Felipe González, "quitar deuda a una comunidad autónoma no significa quitar deuda a los españoles", sino "cambiarla de aquí a aquí" pues esa deuda "nos la vamos a tragar, la vamos a pagar de una manera o de otra, entre todos"

Nada de eso, sin embargo, le importa lo más mínimo a un presidente del Gobierno como Pedro Sánchez si con esta injusta, desestabilizadora e irresponsable iniciativa compra un poco más de tiempo en la poltrona. Porque de eso, y de nada más, se trata.