
El Estado español devora a los ciudadanos. Los persigue y los insulta. Ni en metálico puede pagarse algo, cualquier producto, que sobrepase los 1.000 euros de su precio… Hacienda controla hasta el mínimo movimiento de su cuenta bancaria. La libertad económica está tan perseguida como la política. ¡Para qué hablar de la libertad religiosa! Que les pregunten a los del Valle de los Caídos. ¿Cómo no se van a ir de aquí los empresarios y los cristianos? ¿cómo no vamos a maldecir a los jefes de esta basura de estado dictatorial? ¿cómo no vamos a quejarnos de la gentuza que redacta leyes sin saber qué es el Derecho? Es difícil hallar un Estado más totalitario que el español en toda la Unión Europea. El conocimiento se dicta desde La Moncloa y las leyes las redactan gentes que desconoce por completo el derecho… Seamos claritos: el Estado montado por el régimen del 78 terminó hace años. El Estado de 2025 es otra cosa, sí, sólo sirve a un rollo dictatorial que se vende como democracia. El gobierno de este Estado está matando a la ciudadanía. Sánchez, fiel sucesor de González y Rodríguez Zapatero, nos ha situado en el abismo. Nadie olvide lo de González y las otras corrupciones peperas…
¿Quién pondrá orden en este caos? ¿quién ordenará al menos la salida de un Estado fallido? ¿cuáles son las acciones de la Oposición para sacarnos de la corrupción montada por esta mafia? Estamos, sí, en tiempos de Oposición. Un tiempo precioso que Sánchez le está robando, cada día que pasa en el poder. PP y VOX tienen que dejar de quejarse y actuar. Pamplinas las mínimas. Digan y hagan algo sensato contra el horrible culto a un "Estado de derecho" que ha devenido un fracaso. Muestren las salidas. Es su tiempo. Conocemos bien el de Sánchez: cuanto más corrupción y mafia, más aún se apalancará en La Moncloa. Éste no convocará elecciones, mientras siga saliendo basura. Estamos, sí, ante el fin de su régimen, pero la cosa será ahora más dura.
¿Qué hacen Feijóo y Abascal para salir de este infierno? Quejas de jeremías. Ni movilizan la calle ni discuten entre ellos cómo sacar al marrajo herido de su aculamiento en tablas. No obstante, reconozco que la crítica al sanchismo del PP y VOX está fundamentada en principios democráticos, aunque cierta opinión pública no la valore. Pero ahora hay que elevar la cosa de nivel. Sí, aún no han formulado estos partidos un proyecto nacional nuevo y viable que se ofrezca no sólo como una opción distinta a la suma de separatistas, comunistas y socialistas, sino también como un cambio de régimen político, porque esto, la "democracia" española, ya no es democracia. Sí, aquí está una de las clave del asunto. O el PP y VOX asumen que se trata de un cambio de régimen o Sánchez seguirá sosteniendo esta paparruchada mafiosa que los ingenuos y los corruptos llaman sistema democrático.
Claro que estamos mucho peor que al final del franquismo. Allí estábamos movilizados, aquí estamos casi todos borrachos de vino malo y cerveza barata farfullando: "Todos son iguales". Terrible. Menos mal que hay algún signo de esperanza, por ejemplo, la rebelión de Jueces y Fiscales contra el Proyecto de Ley Orgánica para la Ampliación y el Fortalecimiento de las Carreras Judicial y Fiscal, presentados por otro ministro títere de Sánchez. Las principales asociaciones de jueces y fiscales llaman a un paro general el 11 de junio en protesta por la ley Bolaños. Ojalá esto sirva para movilizar a quien no se mueve ni aunque lo pisoteen. Es menester, sí, salir al medio de la calle a protestar. Es necesario el enfrentamiento entre demócratas y totalitarios. Esto no va de derecha o de izquierda. Eso murió hace mil años. Se trata de democracia y libertad frente a dictadura y opresión. Hoy es más necesario que nunca combatir el régimen corrupto impuesto por Sánchez. Esto no tiene nada que ver con un país de primer mundo. Estamos instalados en un régimen totalitario. ¿Y qué hay en la calle? Nada. El silencio del gentío es atronador y doloroso. Está asustado. Y la chusma repite: todos son iguales. Mentira. Algunos pueden llegar a ser peores, porque actúan como si esto tuviera un arreglo próximo. Por ejemplo, la convocatoria inmediata de elecciones. Falso. Un sátrapa jamas las convocará y, si lo hace, será para prepararnos una trampa.
