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¿Está el enemigo? Que se ponga

Trump pide el 5% para que Europa le diga que no. No quiere una Europa fuerte sino débil, no la quiere unida ante un enemigo común sino troceada.

Trump pide el 5% para que Europa le diga que no. No quiere una Europa fuerte sino débil, no la quiere unida ante un enemigo común sino troceada.
Washington (Estados Unidos), 07/04/2025.- El presidente estadounidense, Donald Trump, habla durante su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, Estados Unidos, el 07 de abril de 2025. EFE/EPA/YURI GRIPAS / POOL | EFE

Es una lástima que el gran Gila no haya conocido al presidente Donald Trump, nos habría dado un juego inimaginable, siempre empeñado en hablar con el enemigo para organizarse con él, es lo más cercano a las llamadas de Trump con Vladimir Putin o Xi Jinping.

Hay una gran expectación por la próxima cumbre de la OTAN, sobre todo para ver el show de Trump y cómo designará con su dedo acusador a sus más fieles amigos y a sus acérrimos enemigos; el encuentro con Pedro Sánchez promete ser histórico por el morbo que puede generar. Todo el debate girará alrededor del porcentaje del PIB que Europa debe gastar en su defensa y seguridad. El objetivo del 5% del PIB, del que Estados Unidos se halla a 300.000 millones de dólares es la garantía de la solidaridad entre los aliados, del paraguas nuclear norteamericano y de la paz y la seguridad en Europa. Esta será conclusión de la Cumbre que todos suscribiremos.

Sin embargo, analicemos la cuestión y las declaraciones con más calma. Europa necesita gastar un 5% del PIB en su defensa porque Rusia es una amenaza para la seguridad europea al disponer de un ejército y de una capacidad de producción militar muy superior al conjunto de los europeos, lo que solo es posible para una economía de guerra que dedica un 15% de su PIB a defensa, es decir unos 300.000 millones de dólares. Pero… Trump no ha reconocido la invasión de Ucrania, y mantiene loables objetivos de cooperación con Moscú. Sus aliados políticos en Europa están en contra de este incremento de gasto y no ven en Rusia la amenaza que justifique esta inversión. Con China también se intercambia invitaciones y loables intenciones. Si este es el mundo idílico que nos describe Trump, ¿para qué enemigo necesitamos gastar el 5% del PIB?

Trump nos dirá que no podemos confiar en sus nuevos amigos. Si ese es el caso ¿por qué dejarlos que tomen posiciones más fuertes en Ucrania o en Taiwán?. Desde el punto de vista militar, no hay razón alguna para incrementar en paz o en época de tensión, el gasto europeo hasta un trillón de dólares que supondría el presupuesto de defensa del 5% de Europa, similar al de Estados Unidos. ¿De verdad Washington quiere que esta Europa de la que recela, que además ayuda a Ucrania contra Rusia, sea una potencia militar similar a la suya y el doble de la de China? En esta ecuación hay variables que no concuerdan.

Si trasladamos la cuestión al interior de la política norteamericana, sería vendible que Europa gaste más en su defensa, o que Estados Unidos retire sus bases y tropas del Viejo Continente. El mensaje al pueblo americano sería potente: los americanos no van a morir más por salvar al mundo porque ahora lo van a hacer los europeos que van a morir por nosotros. Esto sería creíble si existiera una fe inquebrantable en Europa y en su apoyo sin fisuras a lo que le salga del orto al presidente Trump, pero precisamente está minando esa confianza, así que ningún americano se va a creer este discurso. Si esa es la grandeza de América a la que aspira a Trump, algo importante no concuerda con el objetivo. Serviría para explicar que si Rusia invade Europa, no volverán a salvarla, a Europa me refiero. Pero ¿por qué Rusia iba a hacer eso si le damos la razón en Ucrania, si aceptamos el concepto de que la expansión de la OTAN al Este de Europa fue un error, lo que implicaría que la OTAN no sería la alianza de la libertad de los pueblos que quieren vivir en democracia sino solo de aquellos que aspiran a llevarse bien con Rusia a costa de sacrificar otra vez un telón de acero?. ¿Realmente le importa a Trump que Rusia ataque Finlandia o Lituania? Seguramente solo le afectaría que se quedara con su Groenlandia, pero poco más.

Otro posible argumento sería que China es el problema de Estados Unidos y que debe poner todos sus activos para contrarrestar al gigante asiático. Pero con qué fuerza va a conseguir que Europa la mayor potencia militar del mundo con el 5% del PIB acuda en ayuda de Estados Unidos cuando la ha dejado vendida en Europa. ¿Va usted a enviar a su hijo a luchar a las cumbres del Himalaya a menos cincuenta grados por los americanos que nos dejaron el pairo de Putin? No veo a Estados Unidos externalizando en Europa su conflicto con China.

El penúltimo supuesto sería que Estados Unidos quiere aliarse con China y Rusia contra Europa y todos esos países democráticos con tintes ateos, wokistas y empeñados en la defensa de los derechos humanos, ese fastidio. Pero entonces ¿para qué quiere que Europa sea una potencia militar, si su objetivo es dejarla en el purgatorio estratégico y dominarla?

Trump pide el 5% para que Europa le diga que no. Solo entonces cobra sentido la estrategia. Trump no quiere una Europa fuerte sino débil, no la quiere unida ante un enemigo común sino troceada en veintinueve países, no quiere que resurja tecnológicamente atrayendo a los científicos norteamericanos al pairo del enorme gasto militar sino agachada y sumisa. Solo quiere escuchar un "no rotundo", para entonces proceder con su estrategia de orillarla, para sumirla en el populismo trumpiano, o más bien en el autoritarismo, con simpatías con Rusia con quién comparte ese nacionalismo autoritario religioso y unos enormes objetivos económicos comunes. Quiere atraer a Rusia para alejarla de China o quizás para acercarse a China. Trump no tiene principios morales, le da igual Taiwán, solo le importa de la Isla que tiene sus semiconductores, Japón, Australia, Corea, son actorcillos que aspira repartirse con los grandes imperios autoritarios y acceder a sus tierras raras.

Rutte que es un zorro, no parará de elogiar a Trump hasta la extenuación y a esta loa se sumarán todos, igual que hizo de forma excesivamente melosa con "dear Pete" en la reunión de ministros. Convencerá a todos de las bondades de la exigencia de Washington. De entrada ya ha avanzado en la dulcificación de la medida con la separación entre el 3,5% del PIB puro en defensa y un 1,5% en seguridad y protección. No va a colar, pero, muestra la voluntad europea de sumarse al discurso.

Esta es una carrera de fondo y la prioridad de Europa es detener a Rusia en Ucrania. Si lo consigue, aunque sea a medias, entonces podrá definir cómo quiere mantener su seguridad al margen de Estados Unidos ante la derrota del enemigo teóricamente común. Si Rusia se adueña de Ucrania, el 5% del PIB caerá solo, pero entonces es posible que media Europa se esté mirando en Orban, Le Pen o Farage, y que ya solo aspiremos a ser estados vasallos de Washington y Moscú. Así que todo el esquema de seguridad y prosperidad de Europa descansa en soportar a Kiev hasta el final, sin temor a las represalias ni a los discursos belicistas del Kremlin. Si flaqueamos, entonces vamos a conocer un nuevo mundo que ni en nuestras peores pesadillas imaginamos.

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