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EDITORIAL

Sin poder gobernar y sin dejar el gobierno

Todo apunta a que el espectáculo de este martes en el Congreso sea el mismo que los diputados nos brinden a su vuelta de las vacaciones...y hasta 2027

En reiteradas ocasiones hemos señalado que "Sánchez está dispuesto a permanecer en el gobierno al precio que sea, incluido el de no poder gobernar". Pues bien: El final del periodo de sesiones, el último pleno del Congreso antes del parón veraniego celebrado este martes, nos ha brindado la enésima muestra de tan nihilista como antidemocrática determinación: El Gobierno de Sánchez ha vuelto a cosechar un monumental revés parlamentario al no poder sacar adelante su decreto de medidas urgentes para, supuestamente, reforzar el sistema eléctrico. Eso, después de aplazar, precisamente por falta de apoyos, tanto la reforma de la jornada laboral como la todavía mucho más nefasta Ley Bolaños.

Aun cuando el gobierno tuviera la esperanza de sacar adelante este decreto que ni siquiera identifica el problema que ocasionó el tercermundista apagón eléctrico sufrido en toda España el pasado 28 de abril, lo cierto es que a él se han opuesto no sólo PP, UPN y Vox sino también Junts y BNG. Y no faltan razones para ello: Esta es la hora en la que ningún representante del gobierno ha presentado su dimisión ni ha señalado la causa del apagón. Lo único que han hecho es denigrar a las eléctricas y despreciar todos los informes de los expertos que, ya con anterioridad al siniestro, advertían del riesgo de que se produjera dada la excesiva dependencia de las energías renovables. Así las cosas, el PP ha hecho bien no sólo reservándose hasta última hora el sentido de su voto como anunciando que presentará su propia proposición de ley en el Congreso, en coordinación con las comunidades autónomas.

Ante este panorama, inédito en el mundo democrático, en el que un gobierno que no dispone de mayoría para gobernar no convoca elecciones, algunos se podrán consolar pensando que es mejor que no legisle si el precio es seguir cediendo a las exigencias de los antisistema o sacando adelante legislaciones tan nefastas. Aun así, no es de recibo que el Gobierno opte por comportarse como un Ejecutivo en funciones precisamente para no celebrar nuevas elecciones. Y no hay que descartar que, tras el verano y tras nuevas concesiones a la extrema izquierda y a los separatistas, el gobierno saque adelante estos nefastos proyectos legislativos que ahora ha decidido aplazar o que han sido tumbados en el Congreso.

Para colmo, el último pleno del Congreso antes de las vacaciones ha tenido más como protagonista al cruce de acusaciones por corrupción entre el PP y PSOE que el fondo de ningún proyecto legislativo. Y es que el PSOE ha utilizado, tal y como era de prever, el "caso Montoro" para contrarrestar las criticas por los mucho más numerosos casos de corrupción que afectan al gobierno de Sánchez y a su familia.

Así las cosas, todo apunta a que el espectáculo que se ha vivido este martes en el Congreso sea el mismo que los diputados nos brinden a su vuelta de las vacaciones y hasta el final de la legislatura…

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