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Pablo Planas

Inmobiliaria Illa, pisos de boquilla

La Generalidad va a construir los mismos pisos que el Ayuntamiento de Barcelona cuando mandaba Colau. Cero patatero. I

El presidente de la Generalidad, Salvador Illa, durante la segunda jornada del debate de política general. | EFE

En los telediarios hay más noticias de desahucios que de entregas de llaves de promociones públicas. De hecho, no hay noticias sobre entregas de llaves. Hace décadas que ningún alcalde, presidente de diputación, de comunidad autónoma o ministro aparece en las noticias inaugurando un polígono de viviendas sociales, una promoción de adosados sindicales o una urbanización de pisos públicos. Hubo un tiempo en que se construían viviendas de protección oficial con piscina comunitaria. Ojo al piojo. Pero todo eso es historia, una historia que no cabe en la memoria "democrática" porque remite directamente al franquismo y al posfranquismo. "Ni un español sin pan, ni un hogar sin lumbre".

Lo cual no obsta para que a los socialistas se les caigan los pisos públicos de los bolsillos y les salgan hasta por las orejas. Cada vez que un dirigente socialista tiene problemas se inventa una empresa pública de vivienda que ya existe, caso Sánchez, o hace como Salvador Illa, que el año pasado prometió construir cincuenta mil pisos públicos y este año triplica la apuesta y promete 210.000. Ahí es nada. Inmobiliaria Illa, pisos de boquilla.

Ni que decir tiene que todo es mentira. La Generalidad va a construir los mismos pisos que el Ayuntamiento de Barcelona cuando mandaba Colau. Cero patatero. Illa habla y habla, dice que cientos de ayuntamientos ya han ofrecido miles de solares, asegura que entidades sin ánimo de lucro van a construir a destajo hasta acabar con el problema de la vivienda y pone como prueba que la administración catalana se va a quedar con los pisos del banco malo, la Sareb, para ponerlos en el mercado. Los pisos de la Sareb, ojo. Por si no fuera suficiente, va y se funde en un abrazo metafórico con un sujeto de la CUP que le dice que muy bien lo de la vivienda social, que ellos, la CUP, por el tema de los pisos pactarían hasta con el diablo.

No saben ni por dónde empezar, no tienen ni idea y cada vez que hablan de pisos y legislan sobre vivienda suben los precios de venta y de alquiler. Son peores que un vecino okupa, inútiles y mentirosos, unos auténticos cuentistas. La única posibilidad de que los socialistas se pongan manos a la obra con la vivienda pasa porque reparen en que se pueden forrar haciendo lo que más les gusta, poner el cazo. Que le pregunten a Cerdán. O a Zapatero.

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