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Los ojos de Barrios me recuerdan a los de Koke

El Atlético sabe jugar muy bien al fútbol y la pareja Koke-Barrios son el mejor ejemplo posible de ello.

El Atlético sabe jugar muy bien al fútbol y la pareja Koke-Barrios son el mejor ejemplo posible de ello.
EFE

Una de las grandes falacias que giran alrededor del Atlético de Madrid de Simeone en los últimos años es que la cantera cuenta lo mínimo. Mentira. Repetida mil veces y ni aún así se convierte en verdad. En el conjunto rojiblanco se cuenta con los canteranos, pero con un matiz: con los que patean la puerta hasta que les dejan entrar.

Pienso en la cantera rojiblanca y el primero que me viene a la cabeza es Koke. Ya saben que yo clonaría a Koke para que jugase durante siglos en el Atlético de Madrid y eso me pasa porque desde el primer día el ahora histórico capitán del conjunto rojiblanco tiró la puerta abajo. Lo hizo en el Vicente Calderón y nadie le ha movido de ahí desde entonces. Luego la reventó Lucas y también lo hizo Thomas. De hecho, si no es por el pago de la cláusula de ambos, Simeone jamás los habría vendido. Y si no hubiese sido por el bajón de rendimiento de Saúl, el ilicitano seguiría de rojiblanco.

Ahora el que ha cogido la puerta, la ha reventado y con su madera se ha hecho una mesilla de noche donde apoyar su infinito talento es Pablo Barrios. Porque los ojos de Barrios me recuerdan a los de Koke, como digo en el titular. Aunque no son exactamente el mismo perfil de jugador sí tienen la calidad y la magia para dominar y mandar en el centro del campo del Atlético divirtiendo al personal. Además, los dos cuentan con el sentimiento de pertenencia con el club. La afición les mira y les siente suyos y ayer en Eindhoven aunque el premio de la UEFA fuese para Sorloth, algo lógico teniendo en cuenta que marcó y asistió, los mejores del partido volvieron a ser el 6 y el 8.

Llevo años diciendo que me quedo más tranquilo cuando veo a Koke en el once y ahora me empieza a pasar eso con Barrios. Es increíble lo que generan ambos para el equipo de Simeone y por eso me molesta que muchas veces el gran juego rojiblanco quede sepultado por algunas demarcaciones del once que siguen parcheadas por una deficiente planificación deportiva. Casi empatas a tres y el saldo de ocasiones del Atlético fue de 15 tiros totales, cuatro ocasiones claras y 6 paradas del portero rival. Con todo y eso, casi te empatan.

Molesta mucho que el Atlético juegue como juega al fútbol y no tenga solidez porque hay varios puestos parcheados. Desde el minuto 20 del primer tiempo al 65’ del segundo, el equipo del Cholo fue espectacular en la faceta ofensiva. Con Barrios y Koke mandando, los de arriba fueron capaces de ser verticales firmando minutos de goles y diversión para los colchoneros. Pese a todo, luego pasó lo que pasó y el partidazo descomunal de los Pubill, Hancko, Koke o Barrios casi queda en nada por la ruleta rusa defensiva del equipo.

El Atlético sabe jugar muy bien al fútbol y la pareja Koke-Barrios son el mejor ejemplo posible de ello. Dos canteranos, por cierto, que a nadie se le olvide. Dos jugadores a los que el Cholo no tuvo ningún reparo en promocionar. El primero eterno y el segundo con una inteligente cláusula de 500 millones para que no se repitan casos como los de Thomas, Lucas o Rodrigo. Porque Barrios es un tesoro para el Atlético. El jugador llamado a suceder a Koke a nivel de juego y a nivel de hambre. Un hambre, por cierto, que se empieza a ver en jugadores como Pubill o Hancko.

Por eso le pido al Atlético, Apollo y Mateu Alemany mediante, que no ponga parches ni pinzas en el estómago de los Pubill, Llorente, Hancko, Koke, Nico Julián, Barrios, Giuliano y compañía, porque esa intensidad necesita refuerzos de titanio, no de plástico.

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