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Daniel Blanco

Barcelona-Atlético 1996. Aquella Liga, aquel doblete. En recuerdo del gran Radomir Antic

El año 96 fue un oasis en el desierto. Y Radomir fue capaz de despertar del letargo a los seguidores

El año 1996 iba camino de ser histórico para un Atlético de Madrid que olía el campeonato. El 20 de abril, en el Camp Nou y con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona, la Liga se podía estrechar o quedar casi vista para sentencia en favor del equipo rojiblanco. Aquel día afloraron todos los nervios propios de la historia reciente. Un equipo que se había levantado de dos años nefastos en los que rozó la promoción para bajar a segunda. Aquella noche Radomir Antic venció en una batalla heroica a Johan Cruyff.

Con goles de Roberto, Vizcaino y Biaggini el Atlético ganó en el feudo barcelonista, se marchaba en la tabla con seis puntos de renta y cinco jornadas por disputar. Una semana después el Valencia ganaba en el Calderón y ponía, de nuevo, algo de emoción pero los de Antic aguantaron el tirón, supieron ser fuertes y ganaron una liga merecida. Ese año 96 fue un oasis en el desierto que ha marcado el camino atlético los últimos años. Después de aquello dos años medio normales compitiendo y realizando grandes partidos en Europa pero sin premio final, luego el descenso, la muerte deportiva durante dos años de infausto recuerdo. El ascenso y temporadas insulsas en Primera. Quizá el segundo año de Aguirre (vuelta a la Champions) y los de Quique (título de Europa League) levantaron algo el ánimo. Pero hasta la llegada del Cholo, Radomir era el ídolo.

De aquel partido del Camp Nou quedan los recuerdos del recorte de Caminero a Nadal para asistir a Roberto, queda el gran gol a la contra de Biaggini y quedan las paradas de Molina para contener al Barcelona. De aquel año entero, permanecen en la memoria las goleadas en el Calderón, la victoria en diciembre ante el Barcelona en uno de los mejores partidos que se recuerdan. Aquel equipo perdió algo de gasolina al final, temiendo incluso por no llegar a la meta, pero fue una máquina hasta febrero. Y, por supuesto, queda la Copa del Rey ganada ante el mismo Barcelona. Ese doblete histórico, visto con perspectiva, parece algo inalcanzable ahora, tan complicado de conseguir en el fútbol español.

Sirva este recuerdo de un partido inolvidable, como homenaje a un tremendo entrenador y a un tipo excelente. Una persona que siempre se ponía al aparato para hablar en antena en la radio. Siempre. Nunca le recuerdo un mal detalle y eso dice mucho de un entrenador de élite, el único que dirigió a Real Madrid, Atlético y Barcelona.

Del partido que le dio media Liga recuerdo una frase en la rueda de prensa en el Camp Nou, cuando ya los hinchas se veían campeones. "Las cinco jornadas que quedan van a ser largas. Hay que estar en las malas, que en este mes llegarán". Todo un profeta el gran Rado. El primer ídolo de la infancia de muchos, el referente de la adolescencia de otros. El creador de un Atlético que enamoraba jugando al fútbol.

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