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EDITORIAL

Pedro Sánchez, a verlas venir

Parecería que la actividad de Sánchez va encaminada, no a evitar las elecciones sino a llegar a dichos comicios en las mejores condiciones posibles

Tras llegar casi una hora tarde a su cita con el Rey, Pedro Sánchez ha comparecido en el Palacio de Marivent donde no ha despejado duda alguna respecto a cuanto tiempo van a tener que esperar los españoles de cara a que los socialistas obtengan un acuerdo de investidura que evite la repetición en noviembre de las elecciones generales. De hecho, ya podrá el presidente en funciones asegurar que su partido "no tira la toalla" y que está haciendo "todo lo posible" para superar la situación de bloqueo, pero lo cierto es que Sánchez no ha realizado un solo gesto ni para ganarse la abstención de los partidos constitucionalistas a su investidura pero tampoco para ganarse el respaldo de la extrema izquierda podemita con la que parecería cada vez más distanciado. De hecho, Sánchez ha afirmado que "la desconfianza con Podemos ahora es recíproca", al tiempo que reclamaba la abstención de PP y Ciudadanos sin ofrecer la más mínima garantía a estos partidos que tienen tanto o más motivos de desconfianza hacia el nihilista líder socialista que los que tienen los separatistas y podemitas con los Sánchez que ya ha gobernado y con los que su partido sigue llegando a acuerdos tan infames como los que se han producido en Navarra.

Así las cosas, parecería que la única actividad política de Sánchez va encaminada no a evitar las elecciones del 10 de noviembre sino a llegar a dichos comicios en las mejores condiciones posibles. No otra cosa parece su reciente retahíla de promesas electorales a la España rural y a otros colectivos de la sociedad civil, como los que agrupan a profesores y padres de alumnos, que se asemejan más a una precampaña en la que se ofrece de todo, que a los discretos encuentros que se deberían establecer con el resto de los partidos políticos si de verdad se quiere evitar la repetición de los comicios.

No pretendemos decir con esto que Sánchez ya tenga un plan deliberado encaminado a celebrar esos nuevos comicios. De hecho, el presidente en funciones sigue teniendo la esperanza en que el temor de Podemos –y en menor medida, de Ciudadanos- a unos nuevos comicios le permita acceder ahora a la presidencia. Lo que está claro, sin embargo, es que él no parece dispuesto a poner absolutamente nada de su parte y sólo espera que unos –"por responsabilidad y sentido de Estado"- o bien los otros –por dar respaldo a un "gobierno progresista"- terminen dejándole llegar a La Moncloa.

Por nuestra parte, nos parece evidente que siempre sería preferible la repetición de las elecciones que tener ahora un gobierno en manos de populistas y separatistas. Lo malo es que no está nada claro que la repetición electoral nos vaya a sacar de una situación de bloqueo como en la que estamos ahora. De hecho, lo único que nos parece claro es que Sánchez no le importa esperar… ni hacer esperar.

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