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BUENOS AIRES

El otoño de una crisis

Enigmática y soñadora, la capital de Argentina encierra un corazón de música de tango y un espíritu cultural y literario. Apetece perderse por sus cuadras repletas de gente o pasear a solas por sus jardines. Buenos Aires. La crisis se olvida y todos presumen del bronceado del verano.

Enigmática y soñadora, la capital de Argentina encierra un corazón de música de tango y un espíritu cultural y literario. Apetece perderse por sus cuadras repletas de gente o pasear a solas por sus jardines. Buenos Aires. La crisis se olvida y todos presumen del bronceado del verano.
Una pareja de tanguistas, en el barrio de San Telmo.
Cuando pienso en Buenos Aires se funden en mi mente las letras de algunos tangos de Carlos Gardel con las páginas de los geniales escritores Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Adolfo Bioy Casares.
 
Buenos Aires, la capital de la República Argentina, se sitúa en la margen meridional del río de la Plata. Perderse por sus "cuadras" –nuestras manzanas, urbanísticamente hablando– es recorrer la octava megalópolis del mundo, con una población que supera los 12 millones de habitantes; el centro político, económico y cultural del laberinto argentino. Buenos Aires tiene personalidad propia, abierta a la arquitectura y al arte, dinámica y tradicional, histórica y vanguardista… Es una fuente inagotable de descubrimientos.
 
Para recorrerla –difícil si sólo disponemos de dos días–, conviene saber que está estructurada en círculos concéntricos, con el Congreso de la Nación en el núcleo. Los  autobuses nos llevarán de un lado a otro.
 
Los autobuses. Aquí se llaman "colectivos". ¿Por qué? Cuenta la historia que, en los años 50, unos taxistas del barrio de Las Flores aprovechaban la hora punta para llevar en un solo viaje a varias personas con destino común. De ahí surgió el nombre de "taxi colectivo". Y por extensión... En fin, tomemos ya nuestro "colectivo" imaginario.
 
La Casa Rosada.El inicio de nuestro viaje será la Plaza de Mayo, fundada en 1560. Alberga la Pirámide de Mayo (símbolo de la independencia nacional) y la estatua del general Manuel Belgrano, uno de los héroes patrios.
 
En los alrededores están la Casa Rosada (sede del Gobierno), el Cabildo (Palacio de Gobierno; fue sede de la Administración municipal en tiempos de la colonia) y la Catedral Metropolitana.
 
Del siglo XVIII y estilo neoclásico es el recinto donde reposan los restos del Libertador, José de San Martín, gran héroe argentino. En su interior se puede contemplar una talla del Cristo de Buenos Aires de 1671. Al oeste queda la Avenida de Mayo, con sus  mágicas fachadas, que tanta historia ha visto.
 
Estamos en el corazón financiero de la ciudad. Pero al caer la noche los reyes son los cines, los teatros, los restaurantes, los pubs, los cabarets y los bingos, y sus luces de neón. Dicho lo dicho, no es de extrañar que por aquí transiten de continuo miles de personas. Se recomienda acudir al Colón (1908), uno de los mejores teatros de ópera del mundo.
 
El barrio de Las Flores, en el casco histórico, fue famoso por sus grandes quintas y por las personalidades que habitaron en él. Testigo histórico de numerosos fusilamientos políticos en el siglo XIX, hoy es un centro de reunión muy concurrido.
 
La Boca.Palermo Chico, en el barrio de Palermo, tiene un trazado algo peculiar, idea de Carlos Thays. Las calles curvas e irregulares, la abundancia de espacios verdes y las magníficas mansiones que alberga hacen de esta zona un lugar muy recomendable para visitar.
 
La pesada sombra de Maradona sobrevuela el pintoresco barrio de La Boca, cuya idiosincrasia se siente en cada rincón. Primer puerto de la ciudad, allí se asentaron los primeros inmigrantes. Completamente diferente es el barrio de la Recoleta, uno de los más exclusivos, donde las fantásticas viviendas de estilo europeo se funden con buenos locales, galerías de arte, restaurantes y cafés. Debe su nombre al Convento de los Padres Recoletos, convertido hoy en centro cultural. El cementerio es bellísimo, y algunos de sus monumentos y panteones han sido declarados Patrimonio Nacional.
 
En los mercadillos de San Telmo, Las Luces y Caminito disfrutarán los amantes de las antigüedades, las pinturas, el cuero y la artesanía popular. Quienes prefieran las compras en tiendas de primer nivel tendrán que recorrer las avenidas Quintana y Alvear.
 
Hemos dejado para el final el Viejo Almacén, la tanguería más famosa de Argentina. Símbolo del espíritu bonaerense, el tango no es sólo música y baile; es también una forma de entender el mundo. Para acercarnos a ella, nada mejor que asistir a un espectáculo en directo.
 
 
Cómo llegar
– Excelentes conexiones con Aerolíneas Argentinas, Air Plus, Iberia, Buenas ofertas con Lufthansa y British Airways.
 
Dónde dormir
– Alvear Palace. Símbolo de la hostelería argentina desde 1932. Avenida Alvear, 1891. Teléfono: 00 54 11 4808 2100.
– Hotel Inter Continental. Típico hotel de cadena, pero con personalidad. Moreno Street, 809. Teléfono: 00 54 11 4340 7100.
 
Dónde comer
– La ideal. Suipacha, 384. Cerca de la Avenida Corrientes.
– El Palacio de la Papa Frita. Lavalle, 735. Un clásico de la cocina sencilla. Raciones generosas de carne y pastas caseras.
 
Más información
www.bue.gov.ar
www.buenosairesantiguo.com.ar/portadaprincipal.html
www.buenosaires.gov.ar
www.lufthansa.es
www.aereolineas.com.ar
www.britishairways.com
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