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TIEMPO LIBRE

Mansiones de película

El glamour de la campiña británica ha recuperado vitalidad gracias al cine, que ha rodado en ella películas inolvidables como Orgullo y prejuicio, basada en el novelón de Austen. Lo suntuoso, el lujo y la fuerza de las pasiones de los jóvenes son el mejor reclamo publicitario para un turismo amante de la historia y lo tradicional.

El glamour de la campiña británica ha recuperado vitalidad gracias al cine, que ha rodado en ella películas inolvidables como Orgullo y prejuicio, basada en el novelón de Austen. Lo suntuoso, el lujo y la fuerza de las pasiones de los jóvenes son el mejor reclamo publicitario para un turismo amante de la historia y lo tradicional.
Syon House.
BURGHLEY
 
Famosa por sus competiciones hípicas, ahora también lo será por haber sido escenario de buena parte de El Código Da Vinci. Muchos descubrieron esta mansión con la recreación de la vida del sexto marqués de Exeter: Carros de fuego.
 
Desde su fundador, Sir William Cecil, canciller y favorito de Isabel I, hasta sus actuales propietarios, la casa ha sido un gran "almacén" de belleza. Las salas representan un decorado perfecto.
 
En la zona todo el mundo conoce el Red House Stable. Las cuadras de Carolina Dale son muy utilizadas tanto por la BBC como por productoras independientes.
 
Por cierto, no se pierdan las pequeñas joyas que atesora el pequeño museo que ha dedicado Burghley al transporte.
 
 
CHATSWORTH HOUSE
 
Orgullo y prejuicio se rodó aquí. El título de la película resume muy bien esta historia de amor y malentendidos ambientada en la Inglaterra clasista de finales del siglo XVIII: cinco hermanas en edad de merecer que viven en la campiña inglesa con sus padres, los Bennet, y un joven y apuesto soltero, el Sr. Bingley, que se instala durante el verano en la mansión vecina, con su círculo de sofisticados amigos. Durante un baile, la mayor, Lizzie, oye cómo uno de los orgullosos amigos del anfitrión, el Sr. Darcy, comenta que no piensa bailar con unas provincianas.
 
Pemberley, la residencia de Darcy, es Chatsworth House, en Derbyshire. Y no lo es por que sí: dicen los estudiosos de la obra de Jane Austin que la escritora se inspiró en Chatsworth House para describir Pemberley.
 
En la actualidad el palacete está habitado por los duques de Devonshire. Merece la pena contemplar la magnífica escalera de la Painted Hall y la Sculplture Gallery, en la que se puede ver un busto del Sr. Darcy, que se dejó tras el rodaje del film.
 
 
HADDON HALL
 
Su estilo medieval ha resistido muy bien el paso de los años, de ahí que haya sido elegida en numerosas ocasiones por la industria del cine y la televisión. Las grandes producciones han ayudado a su mantenimiento.
 
Haddon Hall aparece en películas como Jane Eyre (1996), Elisabeth (1999) u Orgullo y prejuicio (2005).
 
Fue el lugar perfecto para la Jane Eyre de Zefirelli. Y es que Thornefield Hall es tan oscuro como su inquilino, el Sr. Rochester. Esta casa-fortaleza contiene toda la fuerza dramática necesaria para esconder a la mujer trastornada que da misterio a la novela de Charlotte Bronte.
 
 
SYON PARK
 
Gosford Park es una de esas películas en las que el argumento es lo de menos: mansión inglesa, familias nobles, mayordomos y doncellas de opereta... y un poco de intriga para contar una historia que transcurre en un fin de semana: el té se sirve a las cuatro, la cena a las ocho y el asesinato a media noche.
 
Cinco de las estancias que aparecen en la película, pertenecen a Syon Park. Esta casa también sirvió de escenario para pasajes de Emma y La locura del rey Jorge.
 
El propietario de es el duque de Northumbeland, perteneciente a una de las familias con más propiedades en el Reino Unido. El interior fue diseñado por el arquitecto Robert Adam, y el parque por el paisajista Lancelot Capability Brown, ambos de gran prestigio y creadores de otras muchas mansiones inglesas.
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