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Fin de semana

CIENCIA

Mi médico me toca poco

¿Les puedo contar algo íntimo? Acabo de salir de una visita al médico con una contractura muscular de caballo. Pensaba que el doctor iba a aplicarme sus sabias manos para conocer el alcance de la lesión, quizás incluso para organizar a golpe de dedo el anudado desorden de mis músculos. Pero nada. Se ha limitado a mirar de lejos mi espalda y recetarme un analgésico. Puede, en cualquier caso, que funcione; pero a mí me ha hecho caer en la cuenta de que los médicos ya no tocan como antes.
Mario Vargas Llosa.
PANORÁMICAS

Adam Curtis o el poder de las ideas

Mario Vargas Llosa se lamentaba en la presentación de su último recopilatorio de artículos políticos –Sables y utopías, 2009– de que los intelectuales no sientan hoy "la necesidad de comprometerse". "Menos mal", suspira uno. Cuando los intelectuales se han comprometido con la rabiosa actualidad, han preferido apoyar a los regímenes más obtusos y abyectos. Por cada Raymond Aron que defendía la democracia liberal, había cien que, como Sartre, jaleaban el terrorismo como forma de liberación y diez imitando a Heidegger y su ensimismamiento ante el Führer de turno.