HISTORIA DE UNA DEMOLICIÓN
El panóptico por los aires
Cuando don Juan Carlos I estampó su sello en la Ley de Amnistía de 1977, mi madre, tras cuarenta años de exilio en Francia, se instaló en un piso de cuarenta metros cuadrados en Carabanchel, no muy lejos del antiguo panóptico, pero tampoco muy cerca. Afortunadamente para mí, sigue viviendo allí, tranquila, con su vida anómala y sus recuerdos que pesan pero que ha aprendido a aligerar también. Es lo que aconseja la prudencia. Es lo que tiene la inteligencia.