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Francisco Pérez Abellán

Yeremi

El ahora sospechoso número uno es un viejo conocido que ya declaró en 2007, cuando desapareció el niño, y dijo que sabía muchas cosas.

Han pasado nueve años desde que el pequeño Yeremi, de siete, desapareciera, al parecer, de la puerta de su casa. Desde entonces, la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) no ha dejado de buscarlo. En España los desaparecidos inquietantes no suelen aparecer. Y Yeremi es uno de esos casos. Como lo es Sara Morales, desaparecida solo unos meses antes en la misma isla de Gran Canaria. Para mí, eso les mantiene dentro de una línea de abusadores de niños. Son un objetivo preferente.

Es perfectamente posible que fueran raptados con el mismo propósito. En un lugar donde se han destapado grandes escándalos con niños como víctimas. Desde que Yeremi desapareció se han barajado toda clase de hipótesis, y puede decirse que no se ha descartado ninguna. Incluso ahora yo creo que no se ha descartado nada. Nos decía Ithaysa, la madre del pequeño, que los investigadores están seguros de que ahora es la buena y de que el sospechoso al que señalan y acusan de presuntos delitos de detención ilegal (cambio del Código Penal de una cursilería insoportable), que es lo mismo que secuestro, y homicidio. Eso, tal y como filtraron la noticia, porque no hay confirmación oficial. Todos los medios que recogieron el soplo lo titularon mal: "Localizado un sospechoso", que siempre estuvo ahí, aunque no había nada contra él.

El ahora sospechoso número uno es un viejo conocido que ya declaró en 2007, cuando desapareció el niño, y dijo que sabía muchas cosas. Ahora es la buena, dicen: se trata de un chatarrero de 56 años, al que llaman el Rubio, que fue vecino de la familia de Yeremi y que, según se recuerda, se pasaba el tiempo muerto viendo los juegos de los niños, como un merodeador. El Rubio está en prisión desde 2015, en espera de juicio por un caso de presuntos abusos a otro niño pequeño, y tiene más antecedentes. Es la enésima vez que se afirma que ésta pista es la buena, y por medio se han encontrado dos cráneos que al principio parecían restos compatibles y resultaron ser de mujer. También la investigación ha llegado a pederastas extranjeros, y ahora ha vuelto al círculo más cercano, por la vecindad, de donde nunca debió salir, y al pasado, donde no se pudo articular la acusación que dice que el sospechoso se llevó a Yeremi, aunque según su madre "no saben lo que hizo con él".

El acusado lo niega todo. Mis fuentes me dicen que no hay pruebas sino una concatenación de indicios. Dado que no hay refutación de tan confusa noticia, ¿podría tratarse de un montaje periodístico? ¿Será suficiente para aclarar el caso? ¿Dónde está Yeremi? Ithaysa asegura que los investigadores le dicen que cabe la posibilidad de que el secuestrador pasara o vendiera el niño a una tercera persona y que podría ser encontrado con vida. Si esto es cierto, ¿cómo se entiende que se acuse al chatarrero de homicidio? Yeremi tendría ahora 16 años. Sería un mocito difícil de ocultar. Ojalá que los sueños se hagan realidad y no se trate de ruido mediático.

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