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Gabriel Moris

Víctimas y victimarios

El caso del 11-M no ha iniciado hasta ahora su andadura internacional. Va siendo hora de que lo haga, ¿no les parece?

Inicio esta reflexión con la intención de que las víctimas sientan el mismo respeto que yo deseo, para ellas y para mí. Deseo por tanto que estas palabras puedan ser útiles para todos los que, un día, sentimos el mismo zarpazo del terrorismo.

En tiempos de votaciones permanentes, no creo que las mayorías que votamos consideren pertinente introducir el terrorismo en la "algarabía democrática" de la petición del voto. Claro, los votantes sólo somos informados sobre las encuestas que pueden condicionar nuestro voto o sobre los dimes y diretes de los protagonistas de las campañas electorales. Las necesidades colectivas o individuales, o no se abordan o se tocan de soslayo.

La expresión víctimas del terrorismo es bien conocida por muchos españoles, no en vano la sociedad española sufre el azote terrorista desde hace casi cincuenta años. Este lunes, y gracias a uno de nuestros recientes Gobiernos, se conmemoró en el Parlamento el Día de las
Víctimas del Terrorismo. A raíz del 11-M, y por iniciativa del Parlamento Europeo se instituyó el día europeo de las víctimas cada 11 de marzo.

Ya tenemos las víctimas dos fechas oficiales para recordar y honrar a los nuestros. Mi agradecimiento y reconocimiento a nuestras autoridades por ese rasgo de generosidad. Muchos de nosotros, no obstante, creo que tenemos un recuerdo más frecuente de nuestros familiares. Lo que sí echamos en falta de nuestros dirigentes es el cumplimiento de sus deberes en lo relacionado con los ataques terroristas. Del citado 11 de Marzo no conocemos nada o muy poco, si es que de la sentencia se puede inferir algo cierto. Sí son ciertos en cambio las ausencias y todos los hechos que derivaron de las explosiones que los autores produjeron en los trenes: pruebas falsas, detenciones erróneas, desguace de trenes contraviniendo la LEC, incineración de prendas de las víctimas, etc.

Después de una sentencia sin autores, no se ha admitido ni se ha investigado ninguna querella sobre el macrocaso. Trescientos crímenes de ETA siguen pendientes; otro tanto podemos decir de casos como el de Publio Cordón, por citar un ejemplo. Estos incumplimientos no pueden ser sustituidos por una acogida protocolaria en el Parlamento a unas pocas víctimas, en la que éstas sólo son objeto de conmiseración.

El término victimario no es de uso frecuente entre nosotros. Se trata de una expresión para definir a las personas cuyas acciones se orientan a causar daño a sus víctimas. La voluntad de hacer daño y la falta de arrepentimiento creo que son características comunes a ellos. En España tenemos varios tipos de victimarios. Los que atentan directamente contra sus víctimas, los colaboradores y los que lo hacen de forma menos directa pero igualmente
dañina y malintencionada. Los autores de los atentados -conocidos o no- son el objeto del delito penal, pero los colaboradores y encubridores no deben quedar impunes ante la justicia. En el caso citado de los atentados de los trenes de Cercanías, creo que existe impunidad para la mayoría de los desconocidos victimarios. De no ser así, ¿alguien puede explicar una sentencia como la única dictada para el mayor crimen de Europa? En ella hay ausencia de autores intelectuales, un sólo autor material y dos colaboradores necesarios. El modus operandi tampoco ha sido descrito de forma incontrovertible. Supongo que
nadie, ni el propio juez ponente, puede dar por concluido el caso. Recuerdo la respuesta del mismo ante una pregunta -formulada por la que fue presidenta del Foro de Ermua- sobre la desconocida verdad del 11-M: "Hay cosas tan graves que no conviene que se sepan".

Después de lo que antecede, no parece irracional pensar que hay victimarios cuya misión y funciones no pueden asociarse directamente con el terrorismo organizado. Para más inri, muchos de ellos han sido premiados o ascendidos.

¿Cómo salir de esta situación que no beneficia ni a las víctimas ni a nuestros representantes legales en el Estado de Derecho? Aunque se trate de algo anecdótico, quiero recordar, como algo positivo para las víctimas, la resolución favorable del Tribunal de Estrasburgo al recurso presentado ante el mismo por el presidente de Libertad Digital y esRadio, relativa a una sentencia previa de la Justicia española.

El caso del 11-M no ha iniciado hasta ahora su andadura internacional. Va siendo hora de que lo haga, ¿no les parece?

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