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DESARROLLO

La crisis y la pobreza

Hace dos años escribí un artículo acerca del libro Cuatro décadas que cambiaron nuestro planeta, en el cual Johan Norberg nos recordaba el progreso que había experimentado la humanidad entre 1960 y 2005.


	Hace dos años escribí un artículo acerca del libro Cuatro décadas que cambiaron nuestro planeta, en el cual Johan Norberg nos recordaba el progreso que había experimentado la humanidad entre 1960 y 2005.
Johan Norberg.

En diciembre de 2008, cuando la crisis financiera estaba en su apogeo, sólo una minoría sostenía que la globalización había logrado una prosperidad sin precedentes. Muchos, como el Premio Nobel Joseph Stiglitz, decían, en cambio: "La crisis de Wall Street es para el mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue para el comunismo".

De ser cierto ese fatalismo, las conclusiones optimistas del libro que Norberg publicó a mediados de 2008 (con datos de 2005) deberían haber sido desmentidas con datos más actuales, en los que veríamos un mundo más pobre o en el que la pobreza disminuiría a una velocidad más lenta. Pero eso no es lo que encontramos en el estudio de Laurence Chandy y Geoffrey Gertz publicado en enero por la Brookings Institution.

Calculamos que, entre 2005 y 2010, el número total de personas pobres (...) cayó en alrededor de 500 millones de personas: de más de 1.300 millones en 2005 a menos de 900 millones en 2010.

"Una reducción de la pobreza de esta magnitud no tiene parangón en la historia", aseguran Chandy y Gertz. "Nunca antes tanta gente ha abandonado la pobreza en un periodo de tiempo tan corto". Un período que, por cierto, fue testigo de la crisis de los alimentos de 2008 y del supuesto colapso del capitalismo (2008-2009).

El economista Jeffrey Sachs se lamentaba el pasado septiembre de que, como los países desarrollados no cumplían con sus promesas de aumentar la ayuda externa, no se iban a poder cumplir en plazo los Objetivos del Milenio de la ONU, principalmente el de la reducción a la mitad de la pobreza entre 1990 y 2015. No obstante, los datos actualizados de Chandy y Gertz indican que dicha meta se cumplió en 2008, dos años antes de que Sachs culpara a los países ricos de su potencial fracaso. Además, las proyecciones indican que para 2015 el mundo habrá vuelto a reducir la pobreza a la mitad: del 20,8% de la población mundial (2008) a alrededor del 10%.

Ni la crisis de alimentos de 2008 ni la crisis financiera mundial han podido con el impresionante progreso de la última década. A juicio del Banco Mundial, 64 millones de personas no podrán abandonar la pobreza por culpa de la crisis. Pero compare esa cifra con los 500 millones que sí pudieron hacerlo en estos últimos años; de manera que el saldo de la década sigue siendo muy positivo. Por otro lado, no se puede negar que este fenómeno ha coincidido con la creciente liberalización de las economías, particularmente de las de China y la India, los dos gigantes demográficos en que se ha concentrado la reducción de la pobreza.

Durante mucho tiempo se debatió si para reducir la pobreza había que centrarse en el crecimiento o, mejor, en las políticas redistributivas. Pero nuestros autores concluyen que, afortunadamente, hoy hay un amplio acuerdo en que el crecimiento económico debe ser el objetivo central de toda política que pretenda luchar contra la pobreza.

 

© El Cato

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