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Miguel del Pino

Cabrera, la polémica del gran tiburón

Investigadores descubren a un tiburón blanco cerca de las aguas de Cabrera, el primero en 30 años. Otros científicos dudan del avistamiento.

Investigadores descubren a un tiburón blanco cerca de las aguas de Cabrera, el primero en 30 años. Otros científicos dudan del avistamiento.
Tiburón blanco de cinco metros de longitud avistado al sur de Mallorca. | Asociación ALNITAK

El pasado 28 de junio a las diez en punto de la mañana un portavoz de la expedición Alristak que investiga los ecosistemas marinos mediterráneos próximos al Parque Nacional de Cabrera publicaba las imágenes y filmaciones de un supuesto tiburón blanco (Carcharodon carcharias) a apenas ocho millas del límite de dicho Parque.

La saga de películas de Steven Spielberg en relación con imaginarios monstruos asesinos asimilables a esta especie ha hecho mucho daño a la verdad científica sobre los tiburones y convierte en noticia de primera página cualquier avistamiento, real o supuesto, en aguas próximas a lugares habitados.

La identificación de un ejemplar de cinco metros supuestamente perteneciente a la especie "tiburón blanco" contaba en principio con la garantía de los científicos implicados en este proyecto, encabezados por el biólogo Ricardo Sagarminaga Van Buiten, pero pronto se ha visto puesta en entredicho por otros expertos internacionales que han accedido a las imágenes.

La forma de moverse este gran escualo es demasiado ágil y veloz para ser realmente un tiburón blanco, dicen algunos críticos, como Gonzalo Murientes, de la Universidad de Oporto. Estos datos pueden registrase por no tratarse sólo de fotografías, sino también de una filmación en vídeo.

Por supuesto no estamos desde aquí cualificados para tomar partido, pero la opinión mayoritaria a día de hoy en la Comunidad científica es que puede tratarse de un Marrajo (Isurus oxyrinchus), esta especie sí era hace décadas abundante en el Mediterráneo, aunque su número se ha reducido notablemente hasta hacer temer por su conservación en aguas del Mare Nostrum.

Los marrajos eran atrapados en redes y almadrabas cuando antaño abundaban y no solían acercarse demasiado a las costas; sus formidables mandíbulas eran vendidas como recuerdo, lo que viene a demostrar que el principal enemigo de los tiburones no es otro que el hombre.

De ser realmente un tiburón blanco, el escualo filmado por la expedición de Sagarminaga sería una rareza, ya que hace décadas que no se constata científicamente un precedente en aguas baleares; en 1976 se produjo la cita de la captura de un ejemplar por el pescador Ximo López en Cap Farrutx, y la última cita se refiere a la zona de comunicación con el Atlántico, donde cayó un ejemplar atrapado en las redes de un atunero el año 2016.

Hay dos tiburones de tamaño notable habituales en nuestras costas: uno de ellos es el citado Marrajo y otro la Tintorera, esta última presente a veces en la cercanía de las costas y por tanto implicada en leyendas de supuesto peligro para los bañistas.

De no ser por las referidas películas de la serie "Tiburón", la filmación de los científicos en aguas baleares no pasaría de ser un dato científico más de los muchos que se publican diariamente, pero hablar o escribir de tiburones presenta siempre el riesgo de deslizarse hacia el sensacionalismo y, de hecho, se acusa a la expedición Alristak 2018 de haber publicado los datos de manera prematura.

Esperamos referirnos muy pronto a las especies peligrosas o al menos molestas de la fauna española, pero digamos, sobre todo para los cinéfilos, que los tiburones no figuran entre ellas. A los turistas europeos que se aventuran por las costas tropicales americanas suele impresionarles muchos las redes protectoras que se instalan en algunas playas para que no se acerquen los escualos. En las costas ibéricas no es necesaria esta precaución.

Volviendo a los tiburones digamos que no son peces, sino Condrictios (castellanizando el nombre): esta clase engloba vertebrados marinos de esqueleto cartilaginoso que a pesar de lo remoto de su aparición en la escala evolutiva, están tan bien diseñados que no hubieran sido desplazados por la aparición de los verdaderos peces, éstos de esqueleto óseo; es la persecución humana la que amenaza en la actualidad a algunas especies.

Excesos como la captura con red para mutilar al tiburón, amputando su aleta dorsal y abandonando después al ejemplar agonizante e indefenso, no pude calificarse precisamente de actividad pesquera sostenible. A pesar de lo que piensan algunos desaprensivos, los recursos marinos y entre ellos los tiburones, no son inagotables.

Es cierto que algunas especies de tiburones forman parte habitualmente de la fauna marina habitualmente objeto de pesca, como los cazones o los tiburones martillo, pero la supuesta "delicadeza" de la sopa de aleta de tiburón, apreciada en los mercados orientales, ha sido demoledora para los tiburones de otras latitudes.

No olvidemos que las leyendas urbanas, como las fobias hacia ciertas especies que pueden provocar las historias de ficción, pueden situarse a la cabeza de los peligros que llegan a amenazarlas. Dejemos que la Ciencia se imponga al sensacionalismo.

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