Menú

La más famosa tumba venezolana

¿Por qué nadie insiste en preguntar cuánto ha cobrado, y cómo, Rodríguez Zapatero por sus años de auxilio al gorilato? ¿Para qué están el Senado y el Congreso?

Venezuela no es un país de demasiadas tumbas célebres, pero tiene algunas bien destacadas. Recuerden que hace pocos años profanaron la de Rómulo Gallegos, se llevaron el mármol y los cuerpos del propio Gallegos y de su esposa Teotiste. No es algo infrecuente en el país. Pero más famosa que todas ellas, más incluso que la del Gorila Rojo con su boina sin cabeza, hay una tumba por excelencia, la más tristemente insigne hasta ahora: la cárcel de máxima seguridad de Caracas donde el régimen chavista mantiene encerrados a muchos de sus opositores, aunque tuvieran el Premio Sájarov por sus méritos democráticos y humanistas. Sin embargo, en el horizonte se vislumbra una nueva tumba en Venezuela, que podría ser la celebérrima en pocos años en todo el mundo: es la tumba del PSOE representado por Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, envenenado por una tiranía sin que los principios democráticos hayan podido hacer nada por salvarle la vida.

El comportamiento de Pedro Sánchez en la agonía de esta dictadura neocomunista y bolivariana, impuesta por golpe de Estado tras golpe de Estado desde hace veinte años, es el de alguien al que no le importan ni su partido ni Venezuela ni ninguna otra cosa que no sea un ego tan grande como la catedral de Burgos. ¿A qué viene dar plazos de ocho días a un caudillaje fuera de toda ley? ¿A qué responde el interés en que sea el propio autócrata el que organice las elecciones en el país? ¿A qué conduce el que no se condene abiertamente que las elecciones que acepta el monstruo sean las generales sin acceder a las presidenciales? ¿A qué vergüenza se somete a toda una España democrática, con presencia innegable en la historia, la cultura y la trayectoria vital venezolana, haciendo que toda la Unión Europea haya tenido que ser cómplice durante unos días del silencio cobarde ante la masacre, ante la evidencia de la crueldad de un régimen?

Podría pensarse que el narcisismo enfermizo de este cacique socialista, capaz de imponer en Madrid a un candidato que hace diez años alababa al Partido Popular despreciando unas primarias en las que no cree, sería la causa primera de la agonía de este PSOE que sigue sin hacer su transición a la democracia. Pero no. En este caso, Sánchez, y ya veremos quiénes más, porque el papelón funeral de José Borrell es de sonrojo y escándalo, está cubriendo el infame comportamiento de José Luis Rodríguez Zapatero en el sostenimiento de la dictadura venezolana. Infame él, e infames los que lo han tolerado, también el PP de Rajoy, por ejemplo.

A lo mejor el caso es de cementerio más que de hospital democrático donde podrían curarse este tumor endo-filo-despótico que sufre el PSOE desde hace mucho. Hace unos días ha saltado la noticia de que Zapatero está detrás de una empresa venezolana montada en Andorra por la dictadura de Maduro para captar dólares. Se llama Interbanex o Interban Exchange C. A. No lo ha denunciado cualquiera, sino el miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional de Venezuela José Guerra. En ABC se ha mencionado la seña pero ningún santo, salvo la empresa española Ampajesu, S. L., de 3.000 euros de capital social e inscrita en el Registro Mercantil de Granada. Pero nadie pregunta nada, ningún partido interroga, inquiere, revisa, investiga. Tampoco los grupos de comunicación, con ligerísimas excepciones, dicen nada.

A lo mejor no es del todo, o nada, cierto, pero si hay algo de verdad en esta intermediación de Zapatero en las maniobras financieras del régimen agonizante de Maduro –Hermann Tertsch lo mencionó hace unos días–, la tumba más famosa de la historia de Venezuela será la del PSOE, que acogerá en su seno al propio PSOE y a Pedro Sánchez, flanqueados por sus cómplices. En cuanto la democracia regrese a Venezuela, lo sabremos. Y pronto habrá elecciones en España. Algo así sería la gota que colmase un vaso que ya rebosa por todas partes.

Mientras tanto, ¿por qué nadie insiste en preguntar cuánto ha cobrado, y cómo, Rodríguez Zapatero por sus años de auxilio al gorilato? ¿Para qué están el Senado y el Congreso? Lo que no es que sea raro, sino que además es bochornoso, es que parte del socialismo internacional, al que pertenecía el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, por defectuoso que fuese y sea, esté amparando a los monstruos golpistas de un país como Venezuela. Hay una fosa esperando si alguien no aclara el crimen, porque crimen sí que hay.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal