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Percival Manglano

“Los nuestros” son muy suyos

Si algo han demostrado las elecciones europeas es que "los nuestros" son muy suyos.

Uno de los efectos perversos de un sistema electoral basado en las listas cerradas es que las cúpulas de los partidos políticos acaban reclamando el derecho de propiedad sobre los votantes igual que lo hacen sobre los cargos electos. De la misma manera que un diputado o concejal es considerado nuestro, el votante habitual también acaba siendo nuestro. La afinidad se torna en sumisión a una jerarquía por la cual los votantes deben ser poco más que la base de una pirámide que sostiene a los dirigentes del partido.

Si algo han demostrado las elecciones europeas es que "los nuestros" son muy suyos. Tienen, como es lógico, vida y criterio propios y no están sometidos a ninguna jerarquía. Sienten lealtad hacia los principios antes que hacia las siglas. Por ello, de repente, las cúpulas de los dos grandes partidos han sentido un respeto rayano en el miedo hacia los votantes. En efecto, estas elecciones han sido un puñetazo encima de la mesa de los electores, que exigen que se les tome en serio. Una democracia liberal digna de tal nombre se basa, precisamente, en que los gobernantes temen a los ciudadanos y no al revés.

Tras su debacle, el PSOE va a iniciar un proceso de primarias para elegir a sus próximos candidatos electorales que seguramente contribuya a su regeneración. La competencia abierta que producen las votaciones le ayudará a reconectar con sus bases y con sus votantes. Salvo que el proceso de primarias sea una farsa, el PSOE acabará rebotando en las encuestas. Cumplirá así con la previsión de Mariano Rajoy.

¿Cómo va a reaccionar el PP? Personalmente, soy un convencido de la regeneración democrática. Por eso escribí Pisando charcos, cuyas ideas resume este post. Además de la regeneración, creo que la reacción del PP debería estar basada en las siguientes ideas:

  • Movilizar a "los nuestros" es incompatible con incumplir el programa electoral. "Los nuestros" lo son por los principios que compartimos. Como suele recordar Esperanza Aguirre, "la alternativa es el programa electoral".
  • No ha funcionado la estrategia de campaña plana, hablando sólo de economía, retrasando la designación del candidato y, en general, enfriando los ánimos. Es muy difícil ganar si no se sale a ganar. La estrategia para las próximas municipales y autonómicas debe ser la contraria.
  • Se debe evitar despreciar a otras formaciones políticas por su tamaño. El voto no se otorga a un partido porque sea grande sino para que sea grande. El tamaño del PP lo determinan sus votantes.
  • Las encuestas se han equivocado estrepitosamente. Ya es la segunda vez que ocurre, tras las andaluzas de 2012. Hacer una política basada en sondeos es construir castillos en el aire.
  • La fuerza de un partido la da su atracción, su capacidad de sumar. Un partido político no es un club selecto. El elitismo genera soberbia.

En resumen, menos hablar de "los nuestros" y más decir: "A vuestra disposición".

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