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Presente y pasado

¿Era viable el franquismo después de Franco? / Fusi y Franco

No cabe duda, si atendemos a los hechos y no a la retórica, que Franco ha sido el estadista más destacado y beneficioso para España en dos siglos, incluso con gran diferencia. Durante un tiempo él creyó que su régimen quedaría institucionalizado como una superación tanto del socialismo como de la democracia liberal, pero hay muchos indicios de que en los últimos años ya no pensaba tal cosa. Su régimen no fue totalitario, sino autoritario y evolutivo. Para mantenerlo sin cambios esenciales necesitaba dos cosas que no aparecían por ninguna parte: un sucesor de su talla política y el apoyo de la Iglesia, que había sido uno de los pilares principales del régimen, si no el principal. Pero la Iglesia le estaba retirando su apoyo, con lo que el régimen se tambaleaba; y personalidades tan destacadas como Franco no aparecen todos los días. Entre los políticos de su régimen no había ninguno capaz de sucederle tal cual, suponiendo que él mismo lo desease, que tampoco parece ser el caso. Por todo ello, el franquismo no logró institucionalizarse como un sistema político nuevo, como no lo había logrado con el suyo Primo de Rivera; y por tanto ambos regímenes quedaron en dictaduras no totalitarias, es decir, respuestas excepcionales a crisis excepcionales. Las cuales, a su vez, debían abocar a una transición cuando desaparecieran sus líderes o antes. La transición post Primo terminó muy mal, por desfallecimiento de los monárquicos, y la post Franco se hizo muy bien en su primera fase, superando las tendencias rupturistas, y mal a continuación. Suárez y los demás políticos de UCD o de AP eran muy medianillos, y los de la ruptura eran menos que medianos y con auténtica mala fe.


Los nostálgicos del franquismo no ven estas cosas y sueñan con una historia que fuera distinta de como fue. Lo que fue es el resultado de lo que había y de los políticos que había. Hemos tenido una democracia defectuosa con unos políticos mediocres, pero que podía ir corrigiendo sus errores. Y, aunque tardíamente, pareció iniciarse esa rectificación con el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, cuando, por un tiempo, pareció que el PSOE se democratizaba. Pero no fue así, y desde el 11-m se ha impuesto el Pacto con el Terrorismo y contra las Libertades, una involución y golpe de estado de hecho, con colaboración del PP futurista.


Ciertamente en el franquismo había muchos aspectos excelentes que debían haberse aprovechado en la democracia para construir sobre ellos, en lugar de descartarlos como se hizo, desfigurando de paso la historia. Lo que persistió del franquismo fue su inercia social y económica, que permitió que aquellos políticos no hicieran demasiados destrozos y mantuvo un régimen de libertades y medianamente reconciliado hasta el 11-m. No se aprovechó gran parte del legado franquista porque los políticos de derecha renunciaron en su mayoría a la batalla por las ideas, y los franquistas recalcitrantes ni aceptaban ni comprendían la democracia, por lo que, al tiempo que defendían los logros del régimen anterior, los desprestigiaban. Esta es la historia real. Me atrevo a decir que es ahora, por primera vez, cuando alguien, en este caso un servidor, reivindica el valor histórico del franquismo desde un punto democrático, lo que solo puede parecer una paradoja a los muy ignorantes de la historia. Porque, hay que insistir, la democracia actual viene de aquel, y todos los peligros que están arruinándola vienen del antifranquismo (en su mayor parte retrospectivo): así el terrorismo, el compinchamiento con el terrorismo, las oleadas de corrupción a lo Negrín, el ataque a Montesquieu, etc. etc. Mientras estas cosas no se vean claras, nuestra democracia estará enferma. Ahora mismo, muy gravemente enferma.


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****En Franco para antifranquistas expuse, entre otras muchas cosas y datos, numerosas opiniones de personajes pro y contra Franco. Leo ahora una más reciente de Juan Pablo Fusi, que me ha llamado la atención: "Hay algo que jamás se discutirá: que Franco estableció la dictadura más larga de los siglos XIX y XX de la historia española, una dictadura personal de 40 años que provocó el rechazo frontal de la conciencia liberal y democrática de su tiempo". Muy bien: ¿cuántos demócratas y liberales quedaban en España hacia el final de la república? ¿Cuántos tras la experiencia del Frente Popular? Quizá el señor Fusi tenga a bien decírnoslo. Y, dado ese "rechazo frontal", ¿cuántos liberales y demócratas fueron víctimas de Franco? ¿Cuántos había en sus cárceles? Quizá el señor Fusi lo sepa y lo haya olvidado. Porque la dictadura de Franco no se impuso contra los demócratas y liberales, sino contra un proceso revolucionario que ningún demócrata o liberal de entonces estaba ni remotamente en condiciones de frenar. Y la gran mayoría de los pocos que había vivió perfectamente, solo con algunas restricciones, bajo el régimen franquista. Su "rechazo frontal" no iba más allá de algunas murmuraciones de café. Porque implícita o explícitamente, todos sabían que no había alternativa al régimen. ¡Qué demonios, si hasta en 1976 toda la oposición, comunista y no comunista, incluso muchos que pasaban por demócratas y liberales, se dedicaron a insultar a Solzhenitsin por haber dicho unas cuantas verdades sobre la realidad de la URSS! Lo he explicado en otras ocasiones: casi toda la oposición detestaba a Franco no porque fuese un dictador, sino porque no era lo bastante dictador, lo bastante totalitario para su gusto, el gusto repugnante de aquella oposición, que hoy está destrozando la democracia nuevamente.


El señor Fusi es un historiador en general razonable, lo que es mucho decir en el ambiente de degradación de la historiografía en nuestro país. Pero, como pasa con muchos, mantiene prejuicios que le llevan a decir cosas tan sorprendentes como la mencionada.

**** Leo que en un partido en Austria, grupos de austríacos han exhibido "banderas franquistas". ¿Cuáles son esas banderas? Las de España actuales con el escudo del águila de San Juan y el yugo y las flechas, es decir, que no son franquistas, como sabe cualquiera que conozca esos símbolos. Si ustedes se pasan por el Senado podrán ver cómo en el original de la Constitución está la bandera "franquista", que es propiamente la constitucional (eso, si no la han ocultado o hecho alguna marranada, que esta gente es perfectamente capaz de alterar los documentos históricos). El escudo fue luego cambiado según los torpes gustos de los mediocres políticos, y la bandera resultante no es la constitucional, sino la actualmente oficial.

****Es normal que los chorizos quieran quitar los crucifijos de las escuelas. De otro modo no serían fieles a sí mismos.

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