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Zoé Valdés

Muriel Bowser, la empleada de Obama

Sólo pretenden destruir la presidencia de Donald Trump, e inmediatamente después destruir Estados Unidos.

Sólo pretenden destruir la presidencia de Donald Trump, e inmediatamente después destruir Estados Unidos.
Muriel Bowser, alcaldesa de Washington DC | Wikipedia

Tras la guerra bacteriológica, mediante el coronavirus o Covid-19, que declaró y llevó a cabo el PCCh, que no ha terminado todavía y que hundirá a Occidente en la mayor crisis de la historia –con Italia y España como países más afectados–, asistimos ahora a una de las más macabras acciones provocadas por un expresidente norteamericano, Barack Obama, y su mujer, Michelle Obama, en combinación con George Soros.

No ha habido en la historia de los presidentes y primeras damas mundiales gente tan aferrada a un poder que no les corresponde ya como estos dos seres que amasaron y amasan una fortuna tras copar todos los poderes durante ocho años consecutivos, y que sólo pretenden destruir la presidencia de Donald Trump, e inmediatamente después destruir Estados Unidos.

Antifa fue, no lo olviden, originado bajo la Administración Obama, y a sus líderes Obama los recibió con pompa, además de ser aupados por Nicolás Maduro. Antifa y Black Lives Matter son absolutamente lo mismo: organizaciones terroristas que se venden como pacifistas víctimas del racismo. Nada más lejos de la verdad. No son pacifistas y, por el contrario, no hay movimiento más racista que esos. Lean, por favor, el Manifiesto Redneck de Jim Goad, entenderán mejor.

Esos antifas y marxistas confesos de BLM no se sabe –nadie se pregunta– dónde han sido entrenados. Hay mucho en ellos de la kale borroka etarra y la propaganda y violencia castrista: la de los Castro tan admirados por Obama.

No comprendo por qué el movimiento del Tea Party, tan criticado en una época, se ha mantenido callado e inerme. Debieran actuar de inmediato.

Lo que dejó Obama tras su mandato fue nefasto. En estos momentos debemos subrayar, poner atención y analizar lo siguiente: qué, en apariencia, calmados están Ilhan Omar y compañía, y qué inactivo (hasta hace unos días en Francia) ha quedado el terrorismo islamista. Es que tanto el PCCh como Antifa y BLM les están haciendo mejor que nunca el trabajo. ¿Soros mediante?

Las protestas en las ciudades norteamericanas más importantes han ido in crescendo. Se ataca todo lo que huela a blanco. Desde una anciana medio inválida que intenta cruzar una calle apoyada en un andador y a la que se le grita y escupe en plena cara hasta los símbolos de la historia representado por estatuas y monumentos. La ignorancia es más que atrevida, la ignorancia es insoportablemente asesina.

Recién los violentos han amenazado con destruir el Lincoln Park, en Capitol Hill. Quieren de todos modos tumbar, más bien arrancar de cuajo, la estatua de Lincoln, porque el conjunto monumental representa una especie de "figura paternal y superior por encima de un esclavo" que se yergue liberado tras romper sus cadenas. Como me comenta un amigo: "Así le pagan por acabar con la esclavitud".

Desde hace días, el horror se ha instalado en la capital de Estados Unidos. El martes por la noche aconteció verdaderamente un infierno, los helicópteros de vigilancia y las patrullas policiales no dejaron dormir a la población. La alcaldesa, máxima autoridad de la capital, no es que no haga absolutamente nada, más bien es que deja hacer a sus anchas. Dando a entender que a ella le conviene todo este horrendo vandalismo.

Al parecer, Muriel Bowser no se ha metido todavía en la cabeza que ella se debe a la ciudad, que trabaja para los ciudadanos, y que no es de ningún modo la empleada de Barack Obama.

Aunque, no nos engañemos, Bowser quisiera ser la hembra araña que devore a Donald Trump, la que se lo mastique vivo, pues está alentando y participando de un golpe de Estado para destituir al presidente, puesto que ella supone que podría llegar a ser la primera mujer negra que alcance a destruir a Trump y a su familia. Entre tanto, Soros está a punto de cumplir su sueño: acabar con el mundo tal como era.

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