Menú
Zoé Valdés

Rajoy, ni fu ni fa

En cuanto a Cuba, Rajoy siempre ha estado como que bastante calladito. Y en cuanto a Ángel Carromero, nada de nada.

Una vez más me dirán que, siendo cubana, no tengo derecho a comentar la realidad y la actualidad españolas. Bien, como soy española por ascendencia familiar paterna, y además he sido naturalizada española por carta de naturalización, opino con todo mi derecho, tal como opino con entera libertad en Francia, país en el que vivo –y del que también tengo la nacionalidad–, donde voto y pago impuestos –también he pagado impuestos en España– y sobre el que opino en entera libertad.

Voy a opinar sobre Mariano Rajoy, presidente electo de España. Llevo tiempo observando a Rajoy, me imagino que al igual que la mayoría de los españoles. Creo que es un hombre muy preparado, que posee un buen equipo (no tan bueno como el que tenía Aznar) y que aparenta saber lo que quiere, o hacia dónde se dirige, sin decir absolutamente nada. Bien, ese es el primer problema de Rajoy, nadie sabe lo que se trae entre manos, ni hacia dónde va, porque no lo dice, no habla, no se explica. Y cuando lo hace, tal pareciera que hablara por parábolas, o para bolas.

Sin embargo, lo que ha dejado claro, bien alto y transparente, el presidente Rajoy es que es machista. Machista de apaga y vámonos. Machista se portó, de manera indecente, diría yo, con Rosa Díez, y al parecer no ha sido con la única.

Recuerdo varios encuentros con Rajoy en actividades sobre Cuba, y ha sido cortés estrechándonos la mano, pero de ahí nada más. No lo he visto compartir discusiones, ni oír atentamente lo que hemos querido decirle en relación a Cuba, o lo que han querido aclararle los exiliados que viven en España. De hecho, algunos de sus colaboradores, que bastante se apoyaron en el tema de los presos políticos cubanos cuando se encontraban en la oposición, ahora, desde el poder, han levantado el pie, y ni la cresta engominada de un pelito se les advierte. Nada sobre las Damas de Blanco, o muy poco, yo no he leído nada, ni sobre Martha Beatriz Roque, ahora en huelga de hambre... Ya sabemos que está muy ocupado con la crisis.

Pero es que, en cuanto a Cuba, Rajoy siempre ha estado como que bastante calladito. Y más para acá, en cuanto a Ángel Carromero –ya ni siquiera me refiero a Oswaldo Payá y Harold Cepero, los dos últimos muertos de la dictadura castrista, casi escribo franquista, no sé por qué–, nada de nada, ni una sola palabrita que arañe con una espina, ni con el pétalo de una rosa, la jeta a los hermanos Castro. Y es que a Rajoy se le nota como que una cierta flojera, es de los de ni fu, ni fa. Es de derechas pero parece que es de izquierdas, y cuando se comporta como si fuera de izquierdas ni siquiera nadie se lo cree, porque aparenta ser de derechas.

De que Rajoy es de ni fu ni fa me di cuenta yo cuando le vi las medias rotas en los calcañares en una foto que le hizo seguramente algún fotógrafo de la izquierda recalcitrante. En esa foto se resumía el carácter de Rajoy, o el no carácter, porque cómo es posible que alguien de su talla, jefe de un partido, no tenga temple para pedirle a su mujer, o a alguien que se ocupe de esas cosas, no precisamente a su mujer (no voy a caer en el machismo), que no tiene por qué ser ella la que lo haga, que le compre unos calcetines nuevos, o que se los zurza, como mínimo. O para zurcírselos él mismo.

Se comenta que una de las razones de la dimisión de Esperanza Aguirre es su disgusto y desacuerdo con el presidente español, no lo sabemos, nadie lo ha confirmado. Pero, conociendo y habiendo admirado a Esperanza Aguirre, del mismo modo que he admirado a Rosa Díez, me digo que mujeres con semejante temple, puros animales políticos, no pueden llevarse bien ni aceptar la tibieza de un fleje tan sueltito como el que tiene Rajoy.

Y si no se pone más duro, con los que son duros con él, lo veo lejos de un segundo mandato, cargando con todas las culpas y con los horrores y errores que cometió el Gobierno de Zapatero, y para colmo llevando él solito a sus rivales, de nuevo, a la Moncloa.

Temas

En España

    0
    comentarios