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TOROS

Curro Romero se despide en silencio de los ruedos

El diestro Francisco Romero López, Curro Romero, ha anunciado su retirada de los ruedos durante una entrevista concedida a RNE, en la que ha declarado su intención de irse en silencio, “como siempre ha sido mi propósito”. Sin embargo el diestro ha asegurado que seguirá participando en las galas benéficas y los festivales taurinos.

Muchos años son los que el torero sevillano ha hecho gala de su calidad, personalidad y faenas más gloriosas, la mayoría en Madrid, y ha resultado ser una combinación imprescindible en los carteles de faena de la Maestranza de Sevilla, plaza en la que ha hecho historia Curro Romero.

“Todo termina”, han sido las palabras pronunciadas por el torero en la actuación este domingo en el festival a beneficio de La Algaba, donde cortó las dos últimas orejas de su carrera profesional, que se ha prolongado durante cuarenta y dos temporadas como matador de toros.

Cuarenta y dos años de toreo del último mito viviente se han acabado por sorpresa, como la impronta del estilo y la personalidad del personaje. Un adiós imprevisible, pero no por ello menos esperado, pues hay que tener en cuenta que el hombre, Francisco Romero López, está a punto de cumplir los 67 años, edad muy comprometida para seguir en el toro.
Así lo reconoció ante los micrófonos de Radio Nacional de España al anunciar su decisión. Una voltereta a "Morante de la Puebla", que actuó el domingo mano a mano con él en un festival en La Algaba (Sevilla), le dio que pensar. "Si me llega a pasar a mí, o incluso si me tengo que quedar sólo con los seis novillos... Ya no estoy para estos trotes", reflexionó el veterano torero.

La retirada de Curro Romero se produce días después de la polémica entre el diestro y el empresario de la Plaza de Toros de Sevilla, Eduardo Canorea, a propósito del cambio de escenario de ese mano a mano con Morante, a beneficio de ANDEX. Canorea no quiso celebrar este festival porque, hace aproximadamente un mes, Romero y "Morante" se habían "caído" de un cartel presentando ambos el correspondiente parte médico. El empresario les advirtió entonces que "se acabaron los favores, y aquí nadie es imprescindible", en referencia a las cinco corridas que habitualmente contrataba su padre a Curro por temporada, a lo que no tardó en responder el propio interesado con la prestancia que caracteriza su estilo en el ruedo: "esa plaza es mía, y ya veremos. Lo que sea lo decidiremos ellos y yo". Lo cierto es que sus partidarios, y "los otros", le van a echar mucho de menos, pues Curro, con tanto público a favor como en contra, devotos y apasionados unos y otros, de momento no tiene sustituto.

Tal ha sido la magia y el misterio de su carrera, de tanto duende e inspiración en las tardes de su toreo más sublime, como el desencanto de muchos despropósitos, que en infinidad de ocasiones le llevaron también a situaciones ridículas y hasta esperpénticas. Curro Romero ha sido torero de todos, porque nadie se quiso perder cualquiera de esas dos posibilidades.



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