La situación en los Cercanías de RENFE de Madrid los fines de semana es vergonzosa. Todos los sábados por la noche y, en general, los fines de semana que cojo la linea que va de Atocha a Fuenlabrada que es en la que se ha producido esta desgracia, me encuentro un descontrol absoluto en los vagones que están repletos de jóvenes consumiendo alcohol (en vasos de plástico y portando botellas de licores y coca-colas). Corren por el vagón, gritan, molestan a los pasajeros, derraman el líquido por el suelo PASA SIEMPRE, todos los fines de semana, la vigilancia no es efectiva. Los trenes son cortos y van atestados de viajeros jóvenes y borrachos que se aprovechan de la impunidad que les permite la desidida de RENFE por su falta de vigilancia para molestar e intimidar a los pasajeros normales. En este marco tan lamentable, sucesos como este son de esperar. Una pena que este joven haya sido víctima de su propia inconsciencia y de el desmadre que permiten la RENFE y nuestras autoridades que no tutelan este servicio público.
Huele a panchito que tira para atras.
No se, igual me equivoco, pero no creo.