Público es un zurullo.
Dice el tío que siendo la política el arte de lo posible, lo posible suele quedar muy por debajo de la moral. Luego, por elemental transitividad, la política sería el arte de la inmoralidad. Conclusión cierta aunque no las premisas. Pero lo más escalofriante es la naturalidad con que una mente diabólica llega a justificar el mal real y tangible como menester de un supuesto bien tan sutil que sólo una casta superior es capaz de atisbar.
Entre la ética (antes decían el sentimentalismo) y la política, el tío, como buen socialista, se queda con la política. Con un par. No importan los crímenes morales –nos viene a decir- que deba uno cometer si le anima una “sana” intencionalidad política. Pero moral y legalidad no pueden ser exactamente lo mismo, ¿encuentra este sujeto un límite en le ley que no ve en la ética? ¿Crímenes morales, sí, pero crímenes legales no? ¿Se atrevería a decir que la política suele quedar muy por debajo de la ley? Sabemos que lo piensa, como buen socialista, pero para eso con un par no le llega, necesita un trío.
Lo de " Más democracia, menos liberalismo" es absolutamente genial, parece una cita de Hitler y Mussolini.
Saben cual una de mis ocupaciones favoritas y que me da muchas alegrías, comprobar como cada día el precio de las acción de Prisa baja un poco más. Ahora está en 0,750. Con un poco de suerte los bancos no querrán refinanciar su deuda astronómica y tendrá que vender más activos, los pocos que le quedan, vender sus acciones a precio de saldo al grupo Liberty o quebrar. Mi máxima alegría sería que Liberty vendiera sus acciones al dueño de la Fox y lo convirtiera en un grupo mediático de derechas.