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Lanzan a bebés desde 15 metros de altura para que tengan suerte

Una práctica llevada a cabo a los pocos meses de nacer para proporcionar un buen futuro a los nacidos. 

Dumont dijo el día 10 de Mayo de 2012 a las 23:13:

En Esparta los metían recién nacidos en las heladas aguas del Eurotas y si se desvanecían los mataban tirándolos desde lo alto del monte Taigetos,más bien cordillera, porque decían que no valdrían para la guerra.

El hecho es que a los nenes se les maltrata en todas las civilizaciones, en la nuestra incluso antes de nacer.

Son los que no se pueden defender. Que nadie se engañe, cuando en La India eran colonia la potencia colonial -Gran Bretaña- dejaba hacer.

Cuando una potencia colonial -España- impidió a los Mayas hacer cosas parecidas, y peores, fue denunciada por sus propios obispos, Lascasas, y todavía resuena la injusta denuncia en el mundo, y resonará.

besuguin dijo el día 10 de Mayo de 2012 a las 20:30:

Bárbaros y subdesarrollados. Qué dicen las asociaciones de derechos humanos? Aunque no tenemos que irnos muy lejos, aquí los matamos antes de nacer, y seguro que alguna miembra socialista podría hasta afirmar que un bebé es un ser vivo pero no es humano, o tonterías por el estilo.

5326 dijo el día 10 de Mayo de 2012 a las 20:23:

Qué bién vivíamos cuando a las otras "culturas" se las podía llamar inculturas.

Hay que ser BESTIA, MALNACIDO Y CANALLA para hacer pasar ése trauma a inocentes niños. Apoyo entusiástamente la idea de convertir en tradición la rotura a martillazos de los dientes de ésos cafres.

ARI dijo el día 10 de Mayo de 2012 a las 19:43:

Hay que ver que salvajes y que malos son. Deberían aprender de España, donde los tiran a los contenedores, los dejan tirados en la calle, los queman, golpean hasta matarlos o los ahogan nada más nacer. Vamos a enseñarles moralidad, a nosotros nos sobra.

malaspul dijo el día 10 de Mayo de 2012 a las 18:41:

Cada barbaridad que se lleva a cabo con el pretexto de la tradición...Si existiera una que consistiera en romperles los dientes a quienes las mantienen y festejan a martillazos, seguro que hacía ya tiempo que hubieran caído en el olvido. ¡Pero cuánto cafre, Señor! ¿Seguro que estamos hechos a tu imagen y semejanza?