
La cocina es de esas estancias del hogar donde más tiempo se puede pasar ya que hay que preparar, mínimo, tres comidas al día... el desayuno, la comida y la cena. Esto hace que, al cabo del tiempo se vayan acumulando una serie de malos olores debido al horno, al microondas, a la nevera, la basura, el fregadero... Para lograr mantener un olor agradable en cualquier cocina hay que seguir unos sencillos pasos para los que en la mayoría de los casos basta con hacer un buen uso de algunos productos cotidianos.
Es evidente que para muchas personas el hecho de cocinar es una pasión y una forma de relajarse, pero muchas veces el mal olor que se respira en la casa y en la cocina mientras se cocinan ciertos alimentos resulta realmente molesto. En general, es de las estancias del hogar en las que más malos olores se pueden generar y más va a preocupar su aparición, ya que es donde se guarda y se elabora la comida. Pero, ¿por qué pueden aparecer estos olores? La presencia de humedades, restos de alimentos o de alimentos estropeados favorece la proliferación de los gérmenes causantes de los malos olores, que, además, pueden provenir del cubo de la basura, el interior de la nevera o incluso de las tuberías de la cocina.
Aunque el hecho de cocinar es una evidente necesidad para poder alimentarse, también puede ser un «hobby», una vía de escape para relajarse o incluso un medio para demostrar a los seres queridos el amor por ellos. Aún así, algunos alimentos pueden generar olores desagradables, especialmente cuando se esparcen más allá de la cocina y llegan al resto del hogar. Fritos, pescados o verduras pueden llegar a acumular realmente malos aromas en la cocina, pero existen algunos trucos para evitar cualquier tipo de mal olor en la casa y en la cocina durante la cocción. Es cierto que algunos de los olores de la cocina pueden ser muy resistentes, generalmente uno se da cuenta de ello cuando, después de haber ventilado, siguen advirtiéndose por la casa.
¿Cómo solucionar este problema?
Uno de los métodos más eficaces es ventilar la cocina mientras se cocina y después de hacerlo, es evidente que abrir ventanas o utilizar extractores de aire ayuda a disipar los olores. También se puede hervir una olla con agua, rodajas de limón y unas ramitas de canela o clavo, este truco no solo neutraliza los olores, sino que también deja un aroma cálido y agradable.
Otro punto importante para que no haya malos olores en la cocina es mantener limpio el fregadero, ya que en él van a parar restos de comida de todo tipo y la vajilla sucia, por lo que no es extraño que se generen malos olores. Esto hace que no solo se recomienda que se friegue lo antes posible o se introduzcan los platos en el lavavajillas, sino que también habrá que ocuparse de la limpieza y desinfección del fregadero tras cada uso para eliminar los olores en la cocina. Pero además hay que limpiar las tuberías ya que la concentración de restos en el fregadero lleva a que muchos acaben en las tuberías. En estos espacios proliferan los gérmenes causantes de los malos olores, pudiendo convertirse en el principal foco de mal olor de la cocina.
Pero, ¿cómo se pueden eliminar los malos olores de la cocina? Bien, al principio se ha hablado de hervir agua con limón y clavo.... pues el bicarbonato de sodio es otro aliado para combatir el mal olor. Es tan sencillo como colocar un recipiente pequeño con bicarbonato en la cocina, cerca de la fuente del olor, o incluso dentro del refrigerador para neutralizar olores persistentes. Pero no está solo sino que vinagre blanco es muy útil por sus propiedades desodorizantes, para usarlo basta con hervir una mezcla de agua y vinagre en una olla para eliminar los olores del aire o limpiar superficies y electrodomésticos con una solución de vinagre diluido.
Otro truco práctico es utilizar café molido, basta con colocar un poco en un recipiente y dejarlo en la cocina para que absorba los olores. Además, las cáscaras de cítricos, como limón o naranja, al quemarse ligeramente en una sartén, liberan un aroma fresco que enmascara el mal olor.
Pero, si se sabe que la culpa la tiene el horno, la solución es usar un poco de vainilla. Pero, ¿cómo funciona el truco? Es tan sencillo como usar una taza de agua, añadirle de tres a cuatro gotas de esencia de vainilla y dejar que se vaya calentando poco a poco en el horno. En unos minutos, el horno va a empezar a oler a limpio. Y otro remedio que sirve contra los olores de la cocina es preparar una cacerola llena hasta la mitad con agua y agregar una cucharada de suavizante. Luego hay que ponerla al fuego y dejar que hierva a fuego lento en cuanto se empiece a cocinar. El vapor generado absorberá y dominará el olor a cocción de los diversos ingredientes, esparciendo un aroma fresco y limpio en el hogar. Para evitar que el olor de la cocina prevalezca sobre el suavizante hay que dejar la cacerola a fuego lento durante unos minutos después de haber terminado de cocinar.

